El resultado es sorprendente, no sólo por el parecido de los personajes de Bridgerton con su versión en dibujo animado, sino por ver dos universos unidos gracias a la magia de una tecnología revolucionaria.
Nicola Coughlan ha recibido numerosas críticas por su cuerpo, las más recientes, sugiriendo que su cintura había sido retocada por Photoshop para la serie.