¿Eres adicta a las redes sociales?

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Algunas adicciones difíciles de medir provocan una bola de nieve que se agranda poco a poco hasta que una se da cuenta de que está en peligro.

> Continúas con tu comportamiento a pesar de las consecuencias negativas. Por ejemplo, después de que te regañan por usar Facebook de manera compulsiva durante tus horas de trabajo, echas un vistazo a tu página inmediatamente después de que tu jefa se voltea.

> Le dedicas demasiado tiempo a un nuevo comportamiento. Por ejemplo, antes de que Twitter fuera parte de tu vida solías dormir ocho horas por noche. Además tenías amigos reales, no solo virtuales.

> Si no te involucras en este comportamiento, comienzas a experimentar ansia. Cuando se eleva tu ansiedad a un nivel superior al siete en la escala del uno al 10, mantente alerta.

Revierte el camino. No busques renunciar al comportamiento de la noche a la mañana. Si intentas hacerlo, podrías desatar un síndrome de abstinencia demasiado poderoso y que será difícil ignorar.

La próxima vez que te urja leer qué sucede en tus redes sociales, por ejemplo, espera por 15 minutos. La siguiente ocasión, media hora. Practicar la gratificación retardada facilita detener el comportamiento adictivo.

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