A Regina

  • Twitter
  • Pinterest
  • Tumblr
  • Email

Cuando el cáncer de mama se manifiesta en la vida de una mujer, su historia adquiere una forma caleidoscópica, en la que cada integrante de la familia mira desde su perspectiva una imagen diferente de la situación y también de quien le hace frente en primera persona al padecimiento. Así es como los hombres miran a sus parejas.

A Regina, Todo nos tomó por sorpresa, a pesar de que te sentías cansada y débil, siempre quisiste cumplir con nuestros largas caminatas dominicales, hasta ese día cuando creímos que era un golpe de calor y paramos en el hospital. Me contagias de tu entusiasmo cada vez que me ves llegar o cuando nuestros perros se acuestan a tu lado para hacerte compañía, veo cómo te refugias en sus pequeños cuerpos y solo sonríes. Desde el momento que fuiste diagnosticada te he visto pasar por todas las emociones: tu enojo y reclamos a Dios y luego, la forma en que te arrepientes y le pides que no te abandone; también te he visto con una energía impresionante, tratando de poner todo en orden, dices que que no quieres dejar ni pendientes ni dolores de cabeza, y después haces planes a futuro, pero lo que se mantiene es la forma en que irradias amor cada día. No puedo evitar pensar en todos los buenos momentos que hemos pasado juntos y los que nos faltan por vivir. Cuando al atardecer el sol cubre tu rostro, y lo ilumina de una manera tan especial mientras permaneces descansando en la sala, mi corazón se llena de orgullo de tener a una mujer tan maravillosa, valiente e inteligente como tú en mi vida. Como bien sabes, soy un hombre de pocas palabras, no obstante, espero que mis acciones te demuestren el apoyo, respeto y amor que tengo hacia ti. Jorge

  • Twitter
  • Pinterest
  • Tumblr
  • Email
También te puede gustar: