Ojo con el “si no duele no sirve”

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No necesitas un dolor de músculos para probar que tuviste un entrenamiento eficaz. Consulta lo que dicen los expertos.

El dolor viene de rajaduras microscópicas en el tejido muscular; éstas se presentan tras un entrenamiento nuevo o arduo. Así que si estás adolorida después de cada ida al gimnasio, podrías estar en riesgo de una lesión o de entrenamiento excesivo, lo cual puede ser la causa detrás de un dolor muscular creciente, añade. Para obtener resultados, dale variedad a tu rutina. Después de tres sesiones de cardio poco extenuantes, sube la velocidad en razón de un 10% y añade de dos y medio a cinco minutos a tu entrenamiento. Si tu rutina de fuerza ya es demasiado fácil para ti, incrementa el peso de 2 a 5% o agrega una repetición.

Recuerda, después de probar una nueva rutina u otro método de entrenamiento puede que sientas dolor, pero si ese dolor no desaparece debes acudir de inmediato con tu médico. Aprende a conocer tu cuerpo y las distintas sencaciones que produce el ejercicio.

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