Desmentimos seis reglas de dietas que pueden sabotear tus esfuerzos de pérdida de peso.
La mentira: debes bajar de peso lentamente
La verdad: sí, bajar rápido de peso puede provocar un efecto yoyo. Pero tu dieta no tiene que ser tan lenta como para eliminar solo 250 gramos a la semana, ni tampoco tienes que ir siempre al mismo ritmo. Investigaciones muestran que fijarte una fecha límite más cercana incrementa tu motivación.
La mentira: beber agua evita que comas de más
La verdad: cuanta más agua haya en tu estómago, menos espacio hay para comida, ¿cierto? No exactamente. El agua no activa tus sensores de saciedad como sí lo hace la comida, y aunque lo hiciera, al orinar la sacas bastante pronto. En lugar de beber mucho antes de comer, intenta ingerir alimentos ricos en fibra y agua, una combinación que te mantendrá satisfecha.
La mentira: no te conviene pesarte a diario
La verdad: puede parecer obsesivo, pero es efectivo. Una investigación publicada en el American Journal of Preventive Medicine reveló que pesarte diario se asocia con una mayor fuerza de voluntad y más satisfacción corporal. Ver esos cambios en los números resulta un golpe de realidad útil.
La mentira: las frutas y verduras son como píldoras de magia
La verdad: las frutas y verduras tienen una ?aureola de salud? (se piensa que no hacen ningún daño), aunque comer más de ellas incrementa la ingesta de nutrientes en tu dieta, su consumo no impacta tu peso. La clave está en medir los tipos y porciones de frutas y verduras que tradicionalmente comes.
La mentira: lo mejor es ponerte metas razonables
La verdad: convencerte de que con solo hacer abdominales puedes tener el cuerpo de una modelo es encaminarte para tener una desilusión. Sin embargo, los sueños guajiros pueden ayudarte a trabajar de manera más eficiente. Al crear una meta más grande, será más probable que te retes y que pierdas más peso que si no lo hicieras así.
La mentira: cuantas menos calorías, mejor
La verdad: es cierto que necesitas disminuir tu ingesta calórica para bajar de peso. Pero una de las razones principales por las que las personas se estancan en la pérdida de kilo-gramos es porque comer poco puede desacelerar tu metabolismo. Y la abstinencia de comida puede interferir con el proceso que transforma la grasa blanca (la que no es sana y te pone en riesgo de padecer enfermedades del corazón) en grasa café (la que es buena para ti y te ayuda a quemar calorías).
