El psicópata resultó ser un asesino serial
Neal Falls, un hombre de cuarenta y cinco años de edad, contrtaó un servicio de call girls en la ciudad de Charleston, en el estado americano de West Virginia. La joven prostituta a quien contrató sólo se hace llamar Heather, una linda chica con piel pálida, pelo rojo y ojos azules.
Todo pareció normal para la escort cuando el desquiciado empezó a golpearla con puñetazos y con cachetadas. Después sacó un arma de fuego y con una mano la estrangulaba mientras que con la otra la apuntaba con la pistola.
Heather, entre el shock de los golpes inciciales, no supo qué hacer y en su desesperación, tomó un rastrillo de hojas que pudo alcanzar y lo golpeó con la herramienta de jardín. Falls, soltó el arma para ahorcarla con las dos manos y mientras hacía esto le preguntó: "¿La vida o la muerte?”.
En un instante, la joven tomó el arma, y le disparó en la cabeza, matándolo inmediatamente.
La pobre chica, aterrada y confundida, corrió a casa de un vecino donde pudo llamar a la policía.
Los investigadores dicen que este hombre era el sospechoso principal en al menos nueve asesinatos de prostitutas desde Las Vegas, donde el vivió por años, hasta Ohio y en West Virginia. La suerte que tuvo Heather es increíble, ya que en el coche de el psicópata, encontraron palas, bolsas de plástico, hachas, machetes y cuchillos extremadamente filosos. Prácticamente este hombre tenía un kit de asesino serial.
Muchos consideran que esta joven salvó no sólo su vida, sino la de muchas otras mujeres que pudieran haber sido asesinadas.
¡Bien por Heather!
