Kim Kardashian es frecuentemente captada probando nuevos productos de belleza, en fiestas extravagantes y generalmente simplemente disfrutando de la vida, pero pocas veces se abre sobre todo lo que pasa detrás de cámaras. En un nuevo comercial para su línea de ropa interior Skims, la empresaria y madre de cuatro reveló todas las complicaciones que enfrentó durante el embarazo de North y Saint West y las múltiples cirugías a las que se tuvo que someter después de dar a luz.
Skims estará compartiendo “mujeres con historias que nos inspiran” y estarán donando dinero a nueve organizaciones. La primera historia fue la de Kim, quien eligió apoyar a Bail Project, que provee “asistencia para sacar a personas de la cárcel y reunir familias”.
En el video de Kim, habló de las complicaciones que tuvo al estar embarazada de sus primeros dos hijos. Kim tuvo una condición que se llama preeclampsia, que hizo que sus órganos dejarán de funcionar. Después de dar a luz a North, por ejemplo, su placenta nunca se expulsó, lo que podría haber causado su muerte.
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Kim agregó que aunque quiso volver a embarazarse, los doctores no la dejaron. “Me dijeron que ni siquiera podían poner un embryo dentro de mí”.
Finalizó diciendo, “Estoy muy agradecida por mis hermoso hijos, no importa cómo llegaron a mí, llegaron a mí”.