¿Te ha pasado que te obligas a entrenar aunque estés mega cansada o desmotivada, solo por no “romper la racha”? ¿O que te sientes culpable por escoger descansar en lugar de ir al gym? Si te suena familiar, probablemente necesites conocer el fitness intuitivo, una forma más compasiva y auténtica de moverte, sin la presión de metas irreales.
Principios que hacen del fitness intuitivo una forma de selfcare
El fitness intuitivo —también conocido como movimiento intuitivo— es básicamente una práctica que prioriza el bienestar físico y emocional por encima de la apariencia o el rendimiento. Aquí no hay espacio para el “no pain, no gain”. Lo que importa es cómo te sientes antes, durante y después del ejercicio.
Uno de los pilares de este enfoque es escuchar activamente a tu cuerpo. Si un día te sientes muy cansada o ansiosa, quizás una caminata tranquila, estiramientos o un poco de yoga son lo que realmente necesitas. En cambio, si estás llena de energía, puedes elegir algo más dinámico como barré, correr o entrenar con pesas.
Lo mejor de esto es que poco a poco te va ayudando a romper con la cultura del castigo y la obsesión por “ganarte” tu comida o “compensar” lo que comiste. En su lugar, te invita a reconectar con la alegría del movimiento, sin etiquetas, sin comparación y sin exigencias que te desgasten emocionalmente.
Entre sus beneficios destacan la reducción del riesgo de lesiones y el sobreentrenamiento, mejora la conexión mente-cuerpo, eleva el estado de ánimo y fortalece la relación con tu cuerpo desde la empatía, no desde la crítica. También es una gran herramienta para quienes están sanando su relación con el ejercicio o la alimentación.
¿Cómo puedes empezar?
Fácil, desde hacerte preguntas sobre cómo te sientes antes de decidir cómo moverte. ¿Tienes energía? ¿Necesitas liberar tensión? ¿Te vendría bien descansar? Comienza por incluir uno o dos días a la semana donde no tengas un plan fijo, y deja que tu cuerpo te guíe. También puedes probar a dejar de usar relojes o apps que te digan cuánto debes moverte. Recuerda que tú ya sabes lo que tu cuerpo necesita, solo hay que volver a escucharlo.
Más que una tendencia, el fitness intuitivo se trata de moverte desde el amor propio y no desde la sobreexigencia. Porque sí, puedes mantenerte activa, fuerte y sana sin sentir culpa.
