Siendo honestas, a veces es difícil seguirle el ritmo a las mil y una tendencias en uñas que salen de la noche a la mañana. A veces solo queremos algo sencillo que nos siga haciendo sentir hermosas pero al corriente con las tendencias. Afortunadamente este verano pinta para ser uno que prioriza la sencillez sin sacrificar el estilo. Ya que las uñas de princesa (la manicura minimalista) está dominando el verano 2025.
¿Qué son las uñas de princesa y por qué están de moda en 2025?
Si últimamente en TikTok o Instagram te salen muchas uñas cortitas, con un toque rosado o nude, estás frente a esta tendencia. Inspiradas en figuras como Kate Middleton o incluso el estilo “clean girl aesthetic”, las uñas de princesa se centran en lo natural, lo pulido y lo delicadamente brillante. Nada recargado, solo elegancia que se nota.
Este estilo tiene varias razones por las que se ha vuelto viral. Primero, porque es un gran aliado de tu bolsillo, ya que lo puedes lograr desde casa, sin necesidad de ir al salón ni invertir mucho tiempo. Solo necesitas una lima, una base fortalecedora, tu esmalte rosa palo o nude favorito y un top coat con brillo. Así de simple.
Otro punto a favor es que se ven bien con todo. Este tipo de uñas se combinan con looks casuales, formales o playeros. Ya sea que estés en jeans o en vestido, tus manos siempre se verán cuidadas y femeninas. Los tonos más populares incluyen rosas muy claros y nudes como beige suave o durazno claro.
Ahora bien, si te gusta la idea del minimalismo pero le quieres dar un toque personal, hay variaciones sutiles que siguen siendo fieles al estilo princesa:
• Un esmalte con micro-glitter (tipo pixie dust)
• Un pequeño acento con shimmer o una línea minimalista
• Un tono ligeramente aperlado
En cuanto a la forma, lo ideal es mantener las uñas cortas o medianas, con silueta cuadrada o tipo “squoval” (una mezcla de cuadrada con bordes redondeados). Esto no solo es práctico, también mantiene la armonía con el look elegante y discreto.
Lo mejor es que duran bastante. Si usas esmalte en gel o semipermanente, puedes olvidarte del retoque por al menos dos semanas. Incluso con esmalte normal, con una buena base y top coat, te durará bastante sin perder el brillo ni el estilo.