Alejandro Sanz vuelve a estar en el centro de los reflectores, y esta vez por una nueva declaración que genera tanto apoyo como cuestionamientos.
¿Quién es Fátima y por qué su historia con Alejandro Sanz está dando de qué hablar?
Una joven identificada como Fátima decidió compartir en redes sociales su experiencia personal con el cantante español. Comenzó su testimonio con la frase: “Se acabó, no aguanto más”, y rápidamente atrajo la atención de miles de personas.
Fátima relata que conoció a Alejandro cuando tenía 14 años, y que a los 16 él comenzó a seguirla en Twitter (hoy X) e Instagram. Aunque podría sonar como algo sin importancia, muchos usuarios señalaron que este tipo de acercamiento entre una figura pública adulta y una adolescente puede levantar cuestionamientos. Con el paso del tiempo, Fátima afirma que su vínculo con él fue creciendo, aunque aclara que jamás hubo ningún comportamiento indebido.
Según sus palabras, la relación se volvió más cercana cuando cumplió 18, describiendo a Sanz como un apoyo emocional en momentos difíciles. “Con un mensaje suyo me daba fuerzas y sacaba una sonrisa”, explicó en su publicación.
Fátima también confesó que lo siguió por cuenta propia en varias giras, incluyendo conciertos en Estados Unidos y próximamente en México. Y, al igual que el caso de Ivet, ella afirma que lo hizo motivada por la conexión emocional que sentía con él.
Lo que más ha llamado la atención en redes sociales es la defensa contundente que Fátima hace de Alejandro Sanz. “No somos todas, él no es así”, afirma, destacando que el cantante siempre ha mostrado gratitud y protección hacia sus fans, y que jamás intentó sobrepasar algún límite.
Para muchas personas su testimonio parece intentar desmentir o restar valor a lo dicho por Ivet, la joven que previamente denunció un patrón similar de comportamiento. Incluso, varios usuarios notaron que ambas historias comparten puntos clave: el seguimiento en redes cuando eran menores, el vínculo emocional que crece con los años y la devoción por el cantante.
En medio de estos relatos, el ganador del Grammy no ha emitido ninguna declaración oficial. Su silencio mantiene aún más viva la conversación en redes, donde miles de personas discuten si se trata de relaciones afectuosas entre ídolo y fan o si existen señales que deben observarse con más atención.
Lo cierto es que esta situación ha vuelto a abrir un debate sobre la responsabilidad de las figuras públicas, el poder que tienen sobre sus seguidores —sobre todo los más jóvenes— y cómo se construyen estos vínculos desde las plataformas digitales.