Para estar en paz con tu pasado es importante libérate de ataduras emocionales; te contamos todo sobre el poder del perdón.
La figura materna contiene un gran significado. Es nuestra primera relación humana, incluso antes de nacer. Esto le otorga un valor excepcional porque define –en mucho– nuestras conexiones emocionales y sociales, presentes y futuras. Cuando este vínculo es nutrido con amor desde siempre, la historia con nuestra madre, también con papá, se caracteriza por alegrías; cuando ocurren desencantos durante la crianza, esa relación puede crearnos dolor o resentimiento. Relacionado: ¿Por qué deberías alejarte de una relación con un hombre de baja autoestima? Mantenernos enganchados con enfado en aquellos episodios de la infancia con nuestros padres, por lo que hicieron o no, es una resistencia que solo nos ocasiona malestares emocionales y hasta físicos. Damos tanto poder a esta situación que vivimos en un estado de preocupación, enojo y recelo, el cual nos impide un ambiente de paz, en especial con nosotros mismos; incluso, este ánimo lo reflejamos en el mundo exterior. El poder del perdón consiste en aliviarnos, poner punto y aparte a situaciones pasadas; resolución muy necesaria sobre todo con nuestros padres. Resistirnos a él es similar a una lucha constante contra un inmenso gigante que habita en nuestro imaginario. También lee: Las personas que lloran con las películas son emocionalmente más fuertes En mi libro En Camino a Casa Lotus, reflexiono sobre la importancia del vínculo familiar, esa unión con los tuyos que te aporta un apoyo incondicional y, al mismo tiempo, es un preciado tesoro que debemos cuidar ante cualquier dificultad. También abordo el tema del perdón, visto como un sendero de oportunidad para ser la mejor versión de uno mismo, renacer y vivir sin ataduras al pasado. El acto de perdonar a nuestros seres queridos, en particular a los padres por las omisiones o errores cometidos, es un gran paso de sanación interna para desvanecer esos señalamientos añejos que nos provocan enojo hacia ellos. Como expreso en mi libro: “El perdón no nos pide que olvidemos. Nos desafía a forjar un nuevo yo, capaz de crear una nueva vida”; practicar esto al hacer las paces con el pasado nos libera para apreciar lo verdaderamente importante y reconocer que los errores son humanamente posibles. Si miramos a través de esta óptica con objetividad, discerniremos el contexto en que sucedieron las situaciones pasadas. Alcanzar este poder implica ser empáticos y comprender la perspectiva desde la cual aconteció eso que tanto nos aflige, además, nos brinda la oportunidad de sanar desde lo profundo los estragos del ayer; ya no sentiremos dolor ni rencor y evitaremos que la historia se repita con nuestros hijos, otros familiares o amigos. Saber que no tenemos el control de lo ocurrido nos permite elegir conscientemente una vereda de reconstrucción interior, limpia de reproches del pasado. Tomar la decisión de perdonar y asumir que sí somos capaces de impactar nuestro presente al desatar esos nudos de años atrás nos lleva a vivir con ligereza y abrirnos a la posibilidad de relacionarnos en paz con cada uno de nuestros seres queridos.
Por Lorena Junco
Es una artista, coleccionista de arte, emprendedora, filántropa y autora de ‘En Camino a Casa Lotus’. Tras el error de un médico cirujano que le dejó estragos de por vida, Lorena embarcó en la búsqueda de sanación. En su libro, narra la historia de este viaje y promueve el perdón como un impulso para el cambio personal y universal. Síguela en IG: @lorenajuncomargain
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