El internet ha hecho más grave el problema que con el que más de 70 millones de personas luchan en el mundo...
En algún lugar dentro de mí existe un monstruo?, dice Gemma Phazey en su blog. ?Y esta criatura me grita que no soy suficientemente buena, bonita, talentosa ni delgada...? Gemma, de 27 años, es una de las 70 millones de personas a nivel mundial que padecen un trastorno alimenticio. Las causas de estos problemas son complejas, y también la manera en que cada paciente se recupera es única. Pero con el desmedido uso de las redes sociales, Internet está jugando un papel muy importante tanto en la enfermedad, como en la recuperación.
1. Comportamiento ultradañino
Las redes sociales alcanzan a 82% de la población online mundial, que representa 1.2 mil millones de usuarios. Con la combinación del fácil acceso a la tecnología y el amplio uso de Facebook y Twitter, los movimientos que apoyan comportamientos dañinos han aumentado. Una experta comenta, ?Hay algunos sitios tóxicos acerca de estos trastornos y otros que se enfocan en la recuperación de los pacientes. Sin embargo, una persona que está pasando por este problema puede atraer mensajes negativos que, a veces, aparentan ser lo contrario?.
2. EDNOS: Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado
Por sus siglas en inglés, que incluye más de la mitad de los desórdenes alimenticios. Cubre enfermedades como sobreingesta, ortorexia (una dañina obsesión con la comida saludable) y aquellas enfermedades que no cumplen todos los requisitos de la anorexia y de la bulimia. Las mujeres que sufren EDNOS enfrentan problemas para conseguir ayuda porque es tan general, que no es tan reconocible como otros trastornos.
3. Es una enfermedad
Los desórdenes alimenticios son enfermedades mentales serias. Pueden ser detonadas por algo tan simple como un hashtag en redes sociales; incluso, las imágenes que se suponen que son saludables, como las que aparecen en ?fitspiration? o ?fitspo?, donde muestran cuerpos delgados y tonificados, pueden causar mucho daño.Una combinación de estrés y autoestima baja puede ser el detonante perfecto de un desorden alimenticio.
Lauren Bersaglio, de 25 años, empezó el movimiento de #stopfits-piration en Canadá hace un año como respuesta a la tendencia. ?Las modelos de estas fotografías representan un ideal de cuerpo que no existe. Hay similitudes entre estos contenidos y los de pro-anorexia, en términos de lenguaje envían un mensaje de que debes ?controlar? tu cuerpo y esforzarte sin parar para tener un porcentaje de grasa extremadamente bajo y malo para la salud?.
4. Se busca apoyo
Por desgracia, las redes sociales han descubierto lo difícil que es regular el contenido. Los términos thinspi-ration y thinspo fueron prohibidos de Instagram desde abril de 2012, pero las imágenes siguen apareciendo con otros nombres.
Mypersonalbest.org.uk es un proyecto inglés que ofrece boards de mensajes moderados, chats en vivo, videopodcasts y páginas de redes sociales para mostrar fotos y obras de arte diseñadas para apoyar a los pacientes con trastornos. Esto demuestra que aunque Internet puede ser un sitio oscuro donde tener un desorden es algo que se dice con orgullo, también puede usarse como una gran herramienta para solucionar el problema.
