Katy Perry se puso extremadamente seria sobre sus problemas de salud mental en una entrevista.
La guapa de 35 años habló en el programa de radio SiriusXM CBC y contó que tocó fondo en 2017, cuando se separó de Orlando Bloom y su álbum no vendió como se esperaba.
“Mi carrera estaba en una trayectoria en la que iba para arriba, arriba y de repente tuve un pequeño bajón, nada grande desde una perspectiva de fuera. Pero para mí fue gigante”, explicó.
“Había terminado con mi novio, que ahora es el papá de mi bebé y estaba muy emocionada de volar alto con mi nuevo álbum pero ese álbum nunca voló. La validación no me hizo volar así que solamente choqué”.
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“Perdí mi sonrisa”.
Agregó que pensó quitarse la vida, pero después decidió agradecer todo lo que tenía y eso “la salvó”.
Además dijo que cree que Dios tiene un plan mucho más grande para ella.
“Mi esperanza es que fui creada para algo mucho más grande y que me crearon por una razón. No soy desechable, todos hemos sido creados con un propósito”, finalizó.
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