Andrea Meza, habla en exclusiva para Cosmopolitan sobre Miss Universo, su vida antes y después, y sus ideologías.
Andrea Meza, originaria de Chihuahua, es la tercera Miss Universo mexicana, y platicó en exclusiva para Cosmopolitan sobre sus ideologías, sobre el feminismo, la liberación animal, la conciencia ambiental, el poder del coaching, su empoderamiento personal, su relación con Lupita Jones y la polémica sobre si en el certamen Miss Universo hay patriarcado.
Por Gabriella Morales-Casas
Que si no era tan espectacular, que si la peruana era la favorita, que si el vestido no estaba tan padre, que si lo plagiaron, que si Lupita Jones es una bruja y las misses unas víctimas, que si Miss Universo cosifica a la mujer, que si las reinas de belleza no ejemplifican a las mujeres reales, que si las reglas son estrictas, que si están “cirugiadas”, que si, que si... Las polémicas que rodean al principal concurso femenino en el mundo aparecen año con año desde todos los polos (¿dónde más si no en las convulsas redes sociales?). Pero es la nueva Miss Universo, la mexicana Andrea Meza, chihuahuense a todo orgullo, quien habla de éstos y otros tópicos desde su propia experiencia, desde su lugar como reina de sí misma y no solo de una marca que cumple casi 70 años de existencia y pasar de un concurso de belleza física a uno de empoderamiento femenino e imagen pública. En exclusiva para Cosmopolitan México, así piensa Andrea Meza, Miss Universo. No te pierdas: ¡Ya no ocultan su amor! Andrea Meza está feliz con su novio; él es Ryan Antonio
“En Miss Universo no hay patriarcado, al contrario”, asegura Andrea Meza
Hubo periodistas y feministas que dijeron en sus redes sociales: “El patriarcado calificando mujeres”. ¿Qué opinas de esto?
Que no es así. Empezando porque el jurado es un comité de mujeres exitosas en distintos sectores, empresarias y mujeres que estuvieron en concursos de belleza, así como otras que ni siquiera tienen que ver con concursos. Todas tienen la misma visión: elevar a la mujer y motivarnos a ocupar más espacios en la sociedad. No es un concurso que tenga que ver con el patriarcado, al contrario, es un concurso que trata de darle oportunidades a las mujeres y de realzar su poder en sus distintos países, porque todas las Miss Universo son mujeres preparadas que tienen mucho por ofrecer y esto es una plataforma y un trabajo. Al ser embajadora de la organización te vuelves embajadora de causas que nos preocupan y nos mueven a todas. Sigue leyendo: Andrea Meza ganó premio millonario, pero tiene que cumplir esta condición
¿Cuál es la causa femenina que más te apasiona?
La violencia de género es la causa que más me ha llegado al corazón y en la que me quiero enfocar. En México estuve trabajando en ello antes y ahora en Nueva York como Miss Universo tuve una reunión en el consulado mexicano con mujeres activistas y empresarias líderes de asociaciones que ayuda a las mujeres indígenas, las trans y las inmigrantes latinas, entre muchas otras que abarcan una diversidad muy bonita. Escuché historias de las mujeres de sus fundaciones y me emociona mucho ser portavoz para apoyar a las mujeres que más lo necesitan. Sé que la violencia de género que vivimos en Latinoamérica es distinta a la que se vive en NY, por ejemplo, pero es un problema global común.
¿Cómo viviste tu propio proceso feminista, creciendo en Chihuahua?
Yo te puedo decir que crecí en una familia amorosa, pero claro que era un ambiente machista: no porque hubiera extremos, pero sí había roles de género: mi papá trabajando y mi mama en casa, papá sentado y que se le sirviera, así como tantas dinámicas que conocemos en México y que en Latinoamérica vivimos todavía. Lo extraño para mí era que crecí pensando que todos somos iguales y mi papá siempre me enseñó que como mujer me tenía que valer por mi misma y eso no me hacía sentido con lo que vivíamos en casa y afuera diariamente. Le agradezco que a pesar de los ejemplos no adecuados de sus acciones machistas, me enseñó a luchar por lo que quería. Esa necesidad de lograr lo que deseaba, de ser independiente y fuerte es parte de lo que me hizo Miss Universo.
¿Crees que tu papá en el fondo no quería que repitieras un rol de género?
Para mí la mujer debe tener la libertad de elegir a dedicar su vida: no es que sea malo ser ama de casa o ser mamá trabajadora, es malo cuando no deseas hacer algo y te lo imponen; por eso me gusta hablar del tema y que las niñas sepan que no hay sueños locos, yo soñaba que era loquísimo tener esta banda y esta corona y si yo pude todas podemos. Soy una chica normal, provengo de una familia trabajadora en la que no había lujos, y ahora que estoy en este sitio estoy segura de que todos pueden lograr lo que se propongan.
Justo eso se comentó tras tu triunfo, que eras una belleza “normal”, no una rubia superior. ¿Te sientes así?
¡Totalmente! Soy una mujer normal y así me siento: una chava que ves en la calle en la vida cotidiana. Y no hablo del físico nada más, sino de mi actitud y la manera en la que me desenvuelvo; yo soy con los demás como lo soy en mi casa con mi gente, porque todos somos iguales. Mi sencillez, si me permites decirlo, es lo que hace que la gente me sienta cercana y cálida con todo y corona. Cuando estás en una posición como esta no necesitas cambiar tus actitudes, siendo tal cual somos podemos llegar a lugares muy altos y mantenernos en ellos. Imagínate qué triste sería que me volviera inalcanzable por tener esta banda...
¿Cuál sientes que fue la clave que te dio la corona de Miss Universo?
Primero, pienso que la preparación es fundamental en cualquier ámbito, yo ya tenía experiencia de cinco años en concursos, pero mi clave fue ser yo misma, inclusive la organización me lo dijo: estás aquí por tu manera de ser, tu personalidad y tu carisma. Para ser Miss Universo debes poderte parar frente a cualquier persona y sostener una conversación de cualquier tópico y ser firme en tus decisiones. Antes de llegar a la competencia tuve una conversación conmigo misma y me dije: ‘Andrea, ya te preparaste, tienes mucha experiencia, ahora toca disfrutar y ser tú, porque ellos van a notar esa autenticidad en ti’. Y así fue.
¿Qué tan expuesta estabas a las “apuestas” y comentarios de “missólogos” y los posteriores comentarios en redes sociales?
Es inevitable saber ese tipo de cosas, porque están en todos lados y uno es curioso y se mete a ver a veces, pero entre menos las veas mejor, porque hace falta mucha madurez emocional sí afecta ver ciertas cosas y predicciones; lo más que se pueda evitar verlas como candidata es mejor. Nosotras dentro estamos concentradas y el ambiente es muy distinto: todas tenemos las mismas oportunidades y depende de ti darlo todo. Ese lugar que te ganas no te lo puede dar ningún experto en redes sociales.
Te preparó Lupita Jones, la queen maker mexicana, ¿cuál fue tu experiencia con ella?
Sí, me tocó con ella. Estuve en la coordinación estatal en Chihuahua trabajando con Mexicana Universal antes, y ya cuando gané me tocó prepararme con todo su equipo. Lupita desde el día uno se puso a mi disposición y estuvimos trabajando de manera excelente con ella y con su equipo. En ese tiempo tenía otros proyectos en los que estaba a full, pero los iba combinando porque tiene un carácter y determinación de trabajar duro por lo que está haciendo. Ella me transmitió eso. Además, todo su equipo fue muy bueno conmigo; siempre digo que yo soy la que porta la corona y la banda pero el triunfo es de todo el equipo y la gente que me ayudó. Checa: Así felicitó Lupita Jones a Andrea Meza por su triunfo en Miss Universo
Dentro del equipo de Lupita Jones está la coach Lily Campuzano, ¿qué te dejó trabajar con ella y su coaching femenino?
Lily estuvo conmigo desde que comenzamos la competencia nacional y ya cuando gané, yo de forma personalizada seguí con ella. El coaching de Lily fue una de las partes fundamentales de mi preparación y de lo que más atesoro para mi vida, porque aprender a conocerte y proyectarte, estar segura de quién eres y lo que eres en cualquier ámbito en el que te desenvuelvas, es invaluable. Sobre todo cuando te dedicas a algo en lo que estás expuesta a los comentarios externos y a que lo que digan las otras personas, porque eso te puede afectar a nivel emocional. Llegar fuerte emocionalmente a pararte en un estrado y decir: ‘¡Esta soy yo!’ es muy, muy importante. Aprendes también que si llevas todo lo que tienes por ofrecer y les gusta, ¡que bueno!, pero si no, entiendes que ese no era tu lugar y que hay uno en el que tus aptitudes y valores van a ser perfectas. Ese fue mi mayor aprendizaje.
Has contado que estuviste sin trabajo antes de ser Miss Universo, ¿cuéntanos esa experiencia?
Estaba en Guadalajara trabajando como modelo en una agencia, pero cuando comenzó la pandemia nadie pensó jamás el tiempo que iba a durar… Pensé que estaba lista para ahorrar tres semanas que se se convirtieron en dos meses sin trabajar y al tercer mes me preguntaba qué debía hacer, pero como soy muy terca no quería regresar a Chihuahua con mi familia, quería salir sola de eso y de alguna forma buscar mi propia aprobación; al final acepté que no tiene nada de malo pedir ayuda, que se vale y se debe pedir apoyo a tus seres queridos y decir:
“Necesito ayuda, estoy batallando”.
Así que regresé a Chihuahua y no solo fue un apoyo económico, sino moral y emocional el poder estar en casa con ellos y no pasar la pandemia sola. Fue una de las mejores decisiones que pude haber tomado en un año complicado, en el que tuve la oportunidad de ser elegida Miss México (29 de noviembre de 2020 en Querétaro) y prepararme para este logro.
Eres vegana, ¿cómo llegaste a ello?
Tengo un año y medio de realizar esta transformación y ha sido de las mejores cosas que pude haber hecho en mi vida. Comencé como vegetariana para sentirme mejor, más saludable y activa, me funcionó totalmente y después de mucho investigar sobre el tema me di cuenta del impacto ambiental que esta decisión personal tiene en nuestro planeta y en los otros seres vivos, entonces decidí convertirme en vegana y es parte de lo que me mueve como persona. Cuando alguien me pregunta me gusta hablar del tema, no ando por el mundo obligando a la gente a cambiar su estilo de vida porque cuando a mí me lo hicieron me negué, por eso tengo la apertura para platicarle a la gente mi experiencia si me lo preguntan, para que conozcan el veganismo porque existe mucha desinformación.
¿También apoyas la liberación animal?
Por supuesto. Con esta decisión individual apoyo a detener la contaminación y además contribuyo a la liberación animal. Así veo las cosas: tú no te comerías un perrito porque es culturalmente tu amigo, nuestra mascota, pero en otros países sí se los comen y yo veo que es el mismo ser vivo que un conejo o una vaca o pollo; no hay derecho a tomar la libertad de quitarles la vida por satisfacer un deseo que no es necesidad, porque cualquier platillo que quieras se puede veganizar.
¿Qué dejó tu carrera universitaria como Ingeniera en software, para la persona que eres hoy?
Al día de hoy esa formación me permite ser ordenada y precisa: aprendí a trabajar en equipo, aprendí a desarrollar proyectos. Soy estructurada y cuando tengo una meta creo mi plan de proyecto, hago el diseño de la gráfica y los pasos para avanzar. Algo que me dejó la ingeniería. Cuando me gradué mi primer trabajo fue mantener la página web de la Universidad Autónoma de Chihuahua, pero ya había ganado Miss México en otro concurso internacional (Miss Mundo 2017) y decidí poner mi atención y energía en ese proyecto de vida, busqué nuevas metas y horizontes porque me gustó muchísimo lo que descubrí de mí misma y el atreverme a hacer cosas que no había hecho nunca. Dejé la ingeniería por eso, pero estoy agradecida por tener mi carrera universitaria. También lee: Andrea Meza presume su otra ‘corona': su título como ingeniera con mención honorífica
¿Qué es lo mejor de vivir en Nueva York?
¡Estoy enamorada de esta ciudad! Me encanta la movilidad, caminar a todos lados, subirte al metro, me fascina conocer la ciudad. Mis ratos libres me gusta ir a Central Park, apenas se empieza a abrir la ciudad, pero próximamente podré experimentar la ciudad, hasta ahora lo que disfruto más son los restaurantes veganos y también algunos mexicanos, porque si algo adoro, es sentir a mi México cerca, ¡como sea!
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