Hay momentos en los que lo único que quieres es sentirte bien contigo desde que empiezas el día. Y aunque no hay soluciones mágicas, empezar tu mañana con un jugo verde puede ayudarte a marcar una gran diferencia. No es solo una más de las tendencias entre los influencers, este tipo de jugo aporta vitaminas, minerales y antioxidantes que tu cuerpo realmente agradece. Si llevas una vida activa, tienes jornadas pesadas o simplemente quieres sentirte más ligera, vale la pena darle una oportunidad.
¿Por qué tomar jugo verde por las mañanas es tan bueno para ti?
¿Por qué es tan famoso? Porque está hecho a base de hojas verdes, frutas bajas en azúcar y verduras con alto contenido de agua. Esa mezcla no solo es muy fresca, también nutre. Por ejemplo, una buena receta de jugo verde puede darte vitamina A, C, K, hierro, magnesio y antioxidantes naturales que ayudan a proteger tus células y tu piel del estrés diario.
El jugo verde también puede ayudarte a mejorar la digestión y reducir la inflamación. Ingredientes como el pepino, el apio y el jengibre tienen propiedades diuréticas que te ayudan a eliminar líquidos retenidos, mientras que la fibra soluble de la manzana verde suaviza el tránsito intestinal. Es ideal si te sientes inflamada, cansada o sin energía desde que abres los ojos.
Aunque evidentemente no es una posición milagrosa, su bajo contenido calórico y el nivel de saciedad que ofrece lo hacen perfecto si estás tratando de mejorar tus hábitos alimenticios. Solo recuerda que no porque quedes satisfecha, puede reemplazar comidas completas, pero sí es un excelente complemento.
Si estás lista para darle una oportunidad e incorporarlo a tu rutina, aquí te dejamos una de las mejores recetas para arrancar el día:
- 1 puño de kale
- 4 tallos de apio
- ½ pepino
- 1 manzana verde
- ½ limón o 1 rodaja de piña
- Un pedacito de jengibre fresco
- Agua natural o de coco (opcional)
Solo licúa todo junto y si prefieres que la textura sea menos grumosa, podrías colarlo. Lo ideal es tomarlo en ayunas, para que tu cuerpo absorba mejor los nutrientes. Pero si tienes el estómago sensible o sigues algún tratamiento médico relacionado con el ayuno, es mejor consultar primero con tu doctor.
Lo mejor de todo es que la receta no es rígida, puedes variar los ingredientes a lo que más se te antoje ese día. Puedes usar espinaca, perejil, manzana roja, pera o incluso menta para cambiar el sabor. La idea no es que te aburras, sino que lo adaptes a ti.
