En el supermercado, tienes un millón de decisiones que tomar. Con suerte, una de ellas es: ¿Qué tipo de pescado cocinaré esta noche? Y sabiendo que el salmón es una excelente fuente de omega-3, que se ha asociado con todo tipo de beneficios para la salud como un corazón más fuerte, un cerebro más sano y menos riesgo de depresión, puede parecer una opción fácil de hacer. Excepto por un factor: elegir entre silvestre o de granja.
En primer lugar, dos tercios de los salmones que se comen en los Estados Unidos son criados en granjas y también importados en gran parte de Noruega, Chile y Canadá, de acuerdo con Seafood Health Facts, una base de datos en línea creada por las universidades de Oregon State, Cornell, Delaware, Rhode Island, Florida y California y la Community Seafood Initiative. El otro tercio es el salmón salvaje, lo que significa que los pescadores comerciales salen a pescarlos. En términos de salmón salvaje, encontrarás variedades del Pacífico como sockeye, coho, y rey -a menudo estos tienen un color rosa más oscuro o incluso carne roja. La mayoría del salmón del Atlántico es de granja.
En cuanto a las estadísticas de salud, los peces silvestres tienden a ser más nutritivos, dice Amy Gorin, R.D.N., un dietista de Nueva Jersey y propietaria de Amy Gorin Nutrition. Según el USDA, una porción de tres onzas de salmón coho capturado en la naturaleza, contiene aproximadamente 124 calorías, 18 gramos de proteína y cinco gramos de grasa, mientras que una porción de tres onzas de salmón del Atlántico criado en la granja, contiene 177 calorías, 17 gramos de proteínas, y 11 gramos de grasa. “Ellos tienden a ser menos grasos y más altos en proteínas, posiblemente debido a lo que comen -como otros peces o plankton- y puede que hagan más ejercicio en comparación con peces criados”, dice Gorin. Y aunque el salmón de crianza, a menudo contiene un poco más de omega-3 que el salmón capturado en la naturaleza, existen estudios que indican que la calidad del omega-3 en el salmón de granja puede no ser tan alta.
Otra consideración: Debido al hecho de que el salmón de granja se alimenta a menudo de peces, puede contener más de un contaminante llamado PCB, que la investigación animal vincula con un mayor riesgo de cáncer, observa Gorin. Sin embargo, el uso y la producción de PCBs en los Estados Unidos ha sido prohibida por décadas, según la FDA. La EPA dice que si bien los niveles de PCB están disminuyendo en el medio ambiente, el consumo de peces contaminados durante un período prolongado, todavía puede plantear un riesgo para la salud. Para limitar tu exposición, busca el salmón de crianza sostenible y / o recorta la piel y la grasa de los peces antes de comerla (los PCB se acumulan en la piel y la grasa, según el Environmental Defense Fund).
Ahora un poco de malas noticias: Hay impostores por todas partes. Así, mientras que puedes pagar un poco más por el salmón salvaje, un informe de 2015 de Oceana encontró que el 43 por ciento del salmón salvaje de restaurantes y tiendas de abarrotes fue mal etiquetado. Puedes ver en la plagian de Monterey Bay Aquarium’s Seafood Watch, una lista completa de opciones de salmón basada en prácticas de sostenibilidad y contaminación potencial cuando es criado o capturado en todo el mundo. Y confía en tu instinto, si estás viendo un descuento descabellado en el salmón salvaje, probablemente sea demasiado bueno para ser verdad.
La línea de fondo:
La Asociación Americana del Corazón recomienda comer dos comidas de pescado por semana. Elige el salmón salvaje si está disponible, pero si no lo está o prefieres de granja porque es más accesible, está bien también. Aprovechar la oportunidad de obtener los beneficios para la salud que aporta el omega 3, ya es un triunfo.
Prepara un rico carpaccio de salmón y aguacate.
