Una experiencia relajante en la tina

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Esta vez no te apresures a la regadera, tomate un tiempo y relájate. Te damos 4 consejos para hacer una experiencia deliciosa y relajante en el baño. ¡Sólo falta que te decidas y te dediques tiempo!

¡Maximiza la experiencia!

Programa tu baño para un momento que realmente puedas dedicarte a ti

No te fuerces a hacer un espacio después del trabajo. Andar con prisa saboteará tu objetivo. También asegúrate de no ser interrumpida: deja tu teléfono en otra habitación y cierra bien la puerta si no vives sola.

Siéntete bien

Usa un aceite perfumado para el baño, sírvete una copa de vino y pon música suave. Si es de noche, enciende unas velas en lugar de luz eléctrica; si es de día y quieres lograr este efecto cubre la luz del sol y enciende las velas. Consiéntete y apapachar todos tus sentidos.

No te enjabones de inmediato

Mejor relájate. Presta atención a la sensación del agua en tu cuerpo. Crea olas suaves y concéntrate en lo que sientes con el movimiento del agua en tu piel.

Lávate con un paño suave

No es momento de exfoliarte con una esponja de lufa. Comienza por los pies y toca cada parte de tu cuerpo desde las plantas hacia arriba. ¡Tómate un tiempo! Piensa en todas las sensaciones y en cuán placentero es dedicarte unos cuantos minutos.

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