Una concentración consciente en el movimiento corporal (por ejemplo, en la posición de tus hombros mientras pedaleas en la bici o en la fuerza de una patada cuando nadas). Barbara Walker, experta en psicología deportiva, afirma que una investigación reciente descubrió que este tipo de conciencia puede ayudarte a mantener una técnica adecuada y a trabajar más fibras musculares para desempeñarte con mayor eficiencia.