Lo mejor es consumir los de buena calidad, ¡no eliminarlos por completo!
1. Bajas de peso.
Rápidamente y casi por arte de magia empiezas a ver los números de la báscula bajar. Pero no es grasa lo que pierdes, sino líquidos. Cada gramo de carbohidrato guarda tres o cuatro veces su peso en agua
2. Te sientes mal.
Empiezas a sentir estos síntomas: mareada, dolores de cabeza e insomnio.
3. Eliminas antojos.
Te empiezas a olvidar de ese pedazo de pastel o esas gomitas que se te antojaban todas las tardes, esto ya que sin carbohidratos tu cuerpo mantiene sus niveles de azúcar normales.
4. Tu nivel de energía baja.
Los granos enteros contienen hierro, magnesio y viamina B, que son básicos para ayudarte a estar despierta y activa durante el día.
5. Te pones de malas.
Los carbohidratos ayudan a mantener los niveles de serotonina (que nos ayuda a mentenernos felices).
6. Sufres en el gym.
La energía principal la obtenemos de los carbohidratos, así que si los dejamos de consumir, puede que nuestra rutina se vea afectada debido a nuestros bajos niveles de energía.