Si eres de las mujeres que suelen comer en exceso, quizá puedes padecer el trastorno por atracón; ¡aquí te damos los detalles de esta enfermedad!
La principal característica del trastorno por atracón es que las personas que lo padecen, utilizan a la comida para hacerle frente a sus emociones y sentirse mejor; por tal motivo, comen exceso y de manera compulsiva pues sienten que no pueden dejar de ingerir alimentos, aunque ya se sientan satisfechas.
Principales síntomas del trastorno por atracón
Comer sin hambre
¿Notas que tienes la necesidad de comer aunque te sientas satisfecha?; ese puede ser un síntoma claro del trastorno por atracón, ya que no escuchas a tu organismo cuando te dice que es momento de parar.
Ingerir los alimentos muy rápido
Las personas que tienen este padecimiento, sienten una desesperación desenfrenada por ingerir alimentos en la menor cantidad de tiempo posible; esto sucede porque llegan a pensar que están en una carrera y el ganador será aquel que logre terminar con todo lo que hay en su plato en pocos minutos.
Comer porciones grandes
¿Cada que comes tu plato se ve atascado?; si la respuesta fue sí, es probable que estés intentando llenar tus vacíos emocionales con la comida, pues piensas que entre más ingieres alimentos menos tendrás que lidiar con sentimientos como la tristeza.
Esconderte para comer
Es normal que de pronto sientas hambre por las noches, sin embargo, lo que no está bien es que esperes a que llegue la madrugada para poder comer a escondidas. Una vez que terminaste de alimentarte a estas horas, puedes llegar a sentir mucha culpa.
Dificultad para bajar de peso
Uno de los principales problemas de las personas que sufren el trastorno de atracón, es que les cuesta mucho trabajo bajar de peso, debido a que todos los días ingieren una gran cantidad de calorías y regularmente no realizan ninguna actividad física.
¿Cuál es la cura?
Lo primero que debes hacer es aceptar que tienes un problema para poder pedir ayuda, posteriormente necesitas consultar a un especialista para aprender a controlar tu alimentación y tener una relación más sana con la comida. Los tratamientos van desde sesiones de autoayuda hasta incorporar medicamentos a tu día a día para impulsarte a mejorar.
