Natural, artificial, con cero calorías, ¡en esta lista hay opciones para todos los gustos!
1. Azúcar blanca
Es un proceso de refinamiento completo, que hace que pierda todos sus minerales y vitaminas. Definitivamente no es la mejor opción para tu cuerpo.
2. Azúcar moreno
Está compuesta por un 95% de sacarosa, y un 5% de sales minerales y partículas orgánicas. Actualmente la mayoría de la que venden es azúcar blanca pintada de café, por lo que tampoco es una opción muy healthy.
Si te gusta este tipo de endulzante, asegúrate que sí sea ‘azúcar moreno’ y no una imitación de ésta.
3. Azúcar glass
No es más que azúcar blanca molida y convertida en polvo. Generalmente se usa para hacer postres y para decorar en repostería. No es recomendable consumirla diario, por su alto contenido calórico.
4. Azúcar de coco
Es rica en hierro, cinc y magnesio. Contiene enzimas y es de índice glucémico bajo (35 en comparación con 68 de azúcar), no es una mala opción en absoluto.
Se puede utilizar como un sustituto de azúcar 1:1 en la cocina.
5. Estevia
Es 200-300 veces más dulce que el azúcar pero con cero calorías.
La Estevia es en realidad una hoja verde que se encuentra en América del Sur y ha sido utilizada por miles de años y es perfecta para endulzar si estás a dieta.
6. Miel de abeja
Es uno de los mejores alimentos ya que contiene antioxidantes, minerales, vitaminas, aminoácidos, enzimas, carbohidratos y fitonutrientes.
Puedes consumir 2 cucharadas al día y no tendrás ningún problema con tu peso, ¡sólo te ayudará a mantenerte mucho más saludable!
7. Xilitol
Es una alternativa natural excelente. Se encuentra naturalmente en las setas, frutas, verduras, y el árbol de abedul.
Es de bajo índice glucémico, por lo que apenas llega a elevar los niveles de azúcar en la sangre.
Como bono adicional, el xilitol ayuda a promover la pérdida de peso, fortalece los huesos y mejora la salud bucal.
8. Edulcorantes artificiales
Son procesados químicamente y endulzan unas 100 veces más que el azúcar. Por ser una opción no natural, no es lo mejor que hay.
Recuerda que la clave está en el balance ¡todo con medida y nada con exceso!