Todas (o la mayoría) lo hemos hecho alguna vez; la curiosidad nos mata y nos aventuramos a stalkear las redes de un ex, una amiga de la secundaria o a veces hasta la vida del señor que cambió la chapa de nuestro depa hace meses y lo tenemos agregado en WhatsApp.
Muchas veces es divertido sentir esa adrenalina de sentir el miedo a darle like a una foto de hace años, pero también hay veces en las que solo sentimos cómo se nos hunde el pecho al ver a nuestro ex con “la nada que ver”. Pero dejando de lado lo emocional, ¿qué dice la psicológica de este comportamiento?
¿Qué es stalkeo y por qué lo hacemos?
Empecemos por dejar en claro qué es stalkear. Como tal es cuando nos ponemos a revisar el perfil, publicaciones, interacciones y hasta los amigos de alguien de manera constante y silenciosa. Según expertos, este comportamiento puede tener diferentes motivaciones, desde curiosidad, inseguridad, el compararnos o incluso una necesidad de control o validación.
Hay quienes explican este comportamiento como resultado de una búsqueda por llenar vacíos emocionales o porque están atravesando esa etapa después de que terminan una relación. Aunque hay quienes lo hacen por necesidad de sentirse conectados con alguien, aun cuando esa conexión ya no existe.
¿Qué dice la psicología sobre el stalkeo?
La psicología tiende a relacionarlo con la necesidad de regulación emocional. Es decir, checamos las redes de otros para sentirnos mejor o tener la ilusión de control. Sin embargo, en muchas ocasiones puede tener el efecto contrario, haciéndonos sentir ansiedad, creando comparaciones destructivas o haciéndote sentir enganchada emocionalmente a personas o situaciones que ya no forman parte de tu vida.
Para la Asociación Americana de Psicología (APA), este tipo de comportamientos puede afectar el bienestar psicológico si dejamos que se convierta en una conducta compulsiva o invasiva. Además, cuando el stalkeo se vuelve excesivo, puede rozar comportamientos de ciberacoso, que van mucho más allá de una simple curiosidad.
Entonces, ¿cuándo pasa de ser “normal” a ser un problema?
Según especialistas de la Universidad de St. John’s, si alguien te stalkea de forma constante o incluso llega a intentar controlar tu actividad en redes, podríamos estar ante señales claras de ciberacoso. Lo más sorprendente es que esto puede pasar incluso fuera de relaciones amorosas; también puede pasar en contextos laborales o familiares.
Ahora bien, si estás del otro lado de la pantalla y tú eres quien stalkea de manera compulsiva, es importante estar pendiente de tus emociones. Si sientes que no puedes dejar de revisar el perfil de alguien aunque eso te haga sentir terrible, es buena idea darte un momento para pensar: ¿qué es lo que realmente estoy buscando aquí?
En resumen, stalkear en redes es más común de lo que crees, pero también puede ser sinónimo de emociones no resueltas. Al final del día, la clave está en prestar atención a tus intenciones detrás del clic, entender lo que sientes y cuidar tu bienestar emocional. Tu energía merece estar enfocada en ti, no en lo que sube o no a redes otra persona.