1. Ponle límites sanos a tu vida
Decir NO es un acto de autocuidado. Límites con trabajo, con amistades, con pareja, con familia, con redes. Empieza por uno pequeño hoy.
2. Haz “higiene mental” todos los días
Cinco minutos de journaling, respiraciones profundas o simplemente desconectarte del celular pueden resetear tu día más de lo que imaginas.
3. Camina 15 minutos al día
El movimiento activa neurotransmisores del bienestar y baja los niveles de cortisol. No necesitas gym; necesitas constancia.
4. Habla de lo que sientes
Con una amiga, con tu pareja, con un terapeuta. Las emociones que se guardan, se pudren. Las que se hablan, se liberan.
5. Consume contenido que te haga bien
Si comparar tu vida con influencers te está destruyendo… deja de seguirlos. Llena tu feed de cosas que te inspiren, no que te presionen.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
- Si tus emociones afectan tu día a día.
- Si tu sueño o apetito cambian drásticamente.
- Si sientes desesperanza constante.
- Si no encuentras motivación para nada.
- Si tienes pensamientos de autolesión
Ir a terapia no significa que “estás mal”, significa que estás tomando control de tu vida.
Mensaje Cosmo
Cuida tu piel, tu cuerpo, tu estilo… pero cuida tu mente más que nada.