Cada superficie tiene sus pros y contras, pero todas aportarán algo bueno a tu entrenamiento ¡descúbrelo!
Pista
Una pista suele ser más suave y podrás realizer todo tipo de entrenamiento: fuerza, sprints y distancia, pero intenta cambiar de dirección cada tres vueltas y evita correr en los carriles internos, las curvas más cerradas pueden dañar tus articulaciones.
Veredas
Las veredas son útiles para trabajar tu cuerpo y fortalecer tobillos, pero sus condiciones imprevisibles y suelo disparejo pueden causar torceduras. Por esta razón es importante calentar tus articulaciones antes de empezar a correr.
Concreto y pendientes
Los caminos de concreto (rígido) son de los terrenos más duros que hay, pero también más uniformes que los de asfalto (flexible). Aunque los caminos de terracería son más suaves, correr con frecuencia en pendientes te ayudará a fortalecer piernas y glúteos, ojo no lo hagas todos los días ya que puede provocarte lesiones de rótula.
Caminadora
Las caminadoras son otra alternativa amable, pero como te jalan con el movimiento, utilizarás músculos distintos a los que necesitas para correr al aire libre. Para evitar desequilibrios musculares, ajusta una inclinación leve en la caminadora.
¿Tu mejor opción? Combina los tipos de superficies y corre en las más suaves con más frecuencia.
La compañía puede ayudarte a conseguir tus objetivos, llévate a tu amiga y disfruten su tiempo juntas de manera distinta, además siempre es bueno tener cerca a tu mejor amiga.
