Diez horas más tarde, según los informes, salió de la sala de emergencias sin siquiera ver a un médico.
Pero cuando Jessica llegó y confió en una enfermera practicante, su cita dio un giro inesperado.
En una publicación de Facebook ahora viral, Jessica escribió:
“Les digo que tengo un sistema de apoyo muy fuerte en casa, así que aunque nunca me haría daño a mí ni a mi bebé, tengo pensamientos violentos y necesito medicamentos y terapia para salir de esto.”
Luego, Jessica afirma que la enfermera practicante salió de la habitación y llamó a la policía, no para arrestarla, sino para llevarla a la sala de emergencias para una evaluación. “Me dijeron que necesitan manejar esto en la sala de emergencias”, le dice a Women’s Health.