Una experta nos dice lo que necesitamos saber.
Así es como funciona: en la parte posterior de cualquier etiqueta de alimento empaquetada se encuentra el tamaño de la porción. Si bien algunos paquetes te dan las medidas en tazas o cucharadas, será difícil encontrar uno que no muestre el tamaño de la porción en gramos o en peso. Por lo tanto, si pesas tu comida antes de comerla, puedes determinar exactamente cuántas porciones estás comiendo, así como cuántas calorías y gramos de carbohidratos, proteínas y grasas estás reponiendo. (Nota: es importante restar el peso de cualquier tazón en el que tengas tu cereal, por ejemplo, antes de contar las calorías de tres libras en cereal). Mientras tanto, si estás comiendo un alimento no empacado como pollo o brócoli, tendrás que buscar en línea (como en la base de datos de alimentos del USDA) para encontrar cuántos gramos hay en una porción, y luego cuántas calorías y qué cantidad hay en esa porción (o las porciones que termines comiendo).
Pero, ¿es realmente necesario para perder peso? La dietista registrada Justine Roth, R.D., directora del departamento de nutrición del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, no está tan segura.
“Si eres fisicoculturista y necesitas que tus calorías sean exactas, una escala podría ser útil para tener más precisión”, dice Roth. “Si alguien siente que [usar una balanza] es una forma de tener una idea precisa de lo que está comiendo, y está en una mentalidad saludable, entonces no estoy en contra de eso”. Pero en la experiencia clínica de Roth, para muchos clientes que usan una escala de alimentos, puede ser contraproducente o incluso peligroso.
“Creo que hay un número muy pequeño de personas que pueden hacer esto sin volverse obsesivas”, dice. Considerando todo el trabajo que implica el uso de una escala de alimentos, es fácil ver cómo la obsesión puede ser un efecto secundario no tan divertido. Roth, quien principalmente aconseja a los pacientes con trastornos alimentarios, dice que a menudo el uso de una báscula puede ser contraproducente cuando los pacientes se restringen y luego se atragantan más tarde.
“Existe la idea de que perder peso es una ciencia perfecta, y realmente no lo es”, dice.
“En realidad, puedes hacerlo sin ser obsesivo. Cuando alimentas tu cuerpo con alimentos naturales y buenos, perderás peso. Si comes muchos alimentos procesados ??y porciones grandes, ganarás peso”.
Muchas personas, sin embargo, insisten en que una escala de alimentos es una mejor manera de garantizar la precisión del tamaño de las porciones, y no están equivocados. Un estudio publicado en la revista Obesity mostró que muchas etiquetas en bocadillos procesados ??contenían más calorías de lo que se afirmaba en el paquete.
“Cuando tenía pacientes que desconfiaban de las etiquetas de los alimentos, yo pensaba, está bien, porque no son verdad”, dice Roth. "¿Cuáles son las probabilidades de que cada comida tenga una onza exacta o una caloría exacta?”
UNA SOLUCIÓN:
En lugar de convertirte en un “esclavo de la balanza”, Roth sugiere a sus clientes una manera menos obsesiva (y menos precisa) de dividir la comida: utilizando un plato de 10 pulgadas como base, cada porción de una comida debe tomar aproximadamente un tercio del plato e incluir proteínas, almidones y vegetales. El control razonable de las porciones utilizando estos puntos de referencia a menudo es más saludable psicológicamente para los clientes que el uso de balanzas según Roth.
“Si te adaptas a un estilo de vida saludable, entonces verás cambios”, dice Roth. “A menos que estés horneando, entonces no es necesario usar una balanza”.
