¿Cada cuánto te detienes a descansar y a disfrutar de tu vida? Imagina poder relajarte y divertirte; sentir que tuviste un gran día por la habilidad de desconectarte del mundo y hacer nada. Por Michelle Mejía Desde muy jóvenes nos enseñan que debemos cumplir algunas actividades para tener un “día productivo”, enfrascándonos en la rutina. El ocio permite que tu mente sea libre, lo que incrementa la felicidad y creatividad, además de reducir el estrés. Las actividades que salen de la rutina le ofrecen a tu cerebro un descanso necesario para la autorreflexión. ¿Por qué es necesario dedicar tiempo a hacer nada? Así nuestra mente aprende a solucionar problemas rápidamente y a tomar mejores decisiones, es decir, conociendo y aceptando nuestro pasado podemos entender qué hemos hecho mal y no volver a repetir viejos errores. También ejercitamos la autocompasión y nos damos tiempo para perdonarnos a nosotras mismas. También podemos solucionar problemas de carrera, mejorar relaciones y enfocarnos en nuestra salud mental y física. ¡Casi nada! Si quieres volverte una experta en el tema de no hacer nada, mientras obtienes los óptimos beneficios, la mejor recomendación es vivir cada día como si fuera el último, gozándolo al máximo.
Apaga la TV
¿Eres de las que se pasan la noche frente a la pantalla viendo series? Es un buen momento de cambiar de rutina; la televisión fomenta la falta de ejercicio y eso disminuye tu posibilidad de longevidad. Además, apagar el televisor nos permite descansar de las ondas que transmiten los aparatos electrónicos. Un estudio realizado en 2010 demostró que las personas que no ven la televisión antes de dormir tenían un peso más saludable que aquellas que sí lo hacían.
Lee un libro
Visita una librería y compra un libro de algún tema que llame tu atención, puede ser de repostería, de arte, o una novela. El motivo será sumergirte por completo en la lectura y aprender algo que te dé paz y armonía. De acuerdo con un estudio, dedicar 30 minutos de tu día a leer, puede ayudarte a vivir 2 años más que las personas que no lo hacen; esto sucede por la conexión de neuronas que se forman gracias a la lectura y al aprender algo nuevo que nos apasione.
Una copita
Nuestras amigas europeas lo saben: una copa de vino en la cena ayuda a mejorar los procesos cognitivos. Muchos estudios, a través de los años, demuestran que beber vino de forma moderada previene la demencia y reduce el estrés. Al tomarlo, nos relajamos, liberamos endorfinas y esto nos permite disfrutar el momento. Y por si necesitas otra razón, ayuda a mantener un peso saludable, fortalece la concentración y mejora el aspecto de nuestra piel. ¡Salud!
Vitamina sol
Tener una dosis diaria de rayos solares incrementa tu fuente de vitamina D y, aunque no lo creas, asolearte previene la obesidad, ataques cardíacos y resetea tu cerebro para nuevas actividades. Así que ya lo sabes, prepárate una buena playlist y sal a caminar mientras el día esté soleado para cargarte de energía creativa.
Escribe una carta
Esta no es una carta cualquiera: es para “el tú” del pasado. Toma una hoja y una pluma, pon una vela aromática y música que te relaje. Escríbete a ti misma, perdónate cosas que no has podido sanar, da gracias porque estás viva y sigues aprendiendo. Hacer esto te permite tener una mejor visión de tu vida actual y, por lo mismo. Podrás dejar atrás esa carga emocional que te frena para ser tu mejor y más brillante versión.
Hacer nada es estar aquí y ahora
En su TED Talk, ¿Quieres ser feliz? Vive el momento, Matt Killingsworth habla sobre la importancia de mantener nuestra mente ocupada en el presente. Las personas que viven soñando en lo que “podría haber sido”, tienden a estar más estresados y tener niveles altos de ansiedad. En cambio, aquellas que disfrutan de todo lo que pasa actualmente en sus vidas son más felices y relajadas. ¡Es hoy!
Agradece
Iniciar tu día anotando en un cuaderno las razones por las que estás feliz, te ayuda a apreciar más tu vida y las oportunidades que has tenido. Ya sea tu trabajo, la posibilidad de tener un automóvil para transportarte a tu destino, tener solvencia económica para comprar ropa, o simplemente acabar bien el mes pagando tus cuentas, siempre tendrás una razón que agradecer que quizá ahorita no estés viendo.
Adiós redes
Aunque son una gran herramienta, las redes sociales también nos pueden llevar a un lugar peligroso, el de la comparación. Siempre lo hacemos: vemos a nuestro amigo que se fue al Mundial de Rusia y pensamos por qué nosotras no pudimos ir. ¡Basta! Aléjate un poco de Facebook e Instagram, esto tiene que ver con el punto anterior; al agradecer tu vida y dejar de compararte verás cómo estarás siendo más productiva, atractiva y feliz. Hazlo y notarás el bienestar.
¿Sabías que...?
Está comprobado que no hacer nada y distraerte genera una mejor productividad en tu trabajo y mejora tu calidad de vida. Es por esta razón que empresas como Pixar, Google y Buzzfeed tienen áreas de recreación para sus empleados; hay mesas de ping pong, salas de descanso o videojuegos, y hasta pared para escalar. También tienen un plan en el que sus empleados no pueden responder correos fuera de sus horas laborales. ¡Nada de esclavitud!
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