Resulta que el proceso de solidificar tu relación comienza con unas palabras bastante sencillas.
Te invita a cenar luego de que tuviste un terrible día en la oficina
Lo que te está diciendo: el estrés, producto del trabajo, puede causar muchas broncas en la relación e incluso conducir al divorcio. Esto, según un estudio realizado en la Universidad de California en Berkeley. ?Tarde o temprano la ansiedad laboral se colará a tu relación?, explica la doctora Leslie Becker-Phelps, psicóloga radicada en Basking Ridge, Nueva Jersey. ?Invitarte a cenar es su intento de demostrarte que es tu compañero de equipo y que te acompañará en estos momentos difíciles?.
¡Sé agradecida! ¿Realmente quieres pasar tu cena romántica, con velitas y toda la cosa, quejándote de tu maldito jefe? Pues puede que sí. Pero si te enojas por una cuestión de trabajo durante la cita, te quedarás con un mal sabor de boca. ?Deja de lado la negatividad pidiéndole su consejo, preguntándole cómo lidiaría él con la situación y si alguna vez ha tenido que enfrentarse a un escenario similar en su oficina?, sugiere Becker-Phelps. A todos los hombres les gusta opinar, y esto te permite enfocarte en una solución en lugar de darle vueltas al asunto. Una vez que te haya dicho lo que piensa, relájense y disfruta el resto de la velada.
Hizo el quehacer (¡la casa quedó rechinando de limpia!)
Lo que te está diciendo: cuando tu chavo se pone un poco doméstico, quizá no sea porque ya no aguantaba ver esa bola de pelusas bajo el sillón. Lo hace por ti? y en muchos sentidos es un regalo más grande que cualquier cosa que podría haber comprado en el centro comercial.
¡Sé agradecida! Muchos hombres asumen que los regalos son sólo aquellas cosas que vienen con un precio. Así que si para ti que alguien más lave la ropa, cambie las sábanas, aspire la sala y compre los víveres es tu idea del paraíso, déjaselo muy claro. ¿Qué es lo que NO debes de decir? ?Uy, se ve increíble? pero creo que te faltó ese rinconcito??, recomienda Becker-Phelps. Si quieres que esto se transforme en una rutina de pareja, necesitas ofrecerle un cumplido y no decir más. ?En el momento en el que comienzas a criticarlo, transformas el regalo en un deber, y será menos probable que lo haga de nuevo?, apunta Becker-Phelps.
