¿Por fin te decidiste a entrenar y ponerte en forma? checa estas 4 maneras para no estancarte.
Fase 1: La luna de miel
Estás decidida a usar una talla más pequeña en un mes, así que no faltas ni un día al gym.
Estrategia antihartazgo:
Enfócate en menos es más. El agotamiento viene cuando esperas demasiado en muy poco tiempo. Comienza con pocas repeticiones y peso, ve poco a poco así no sobrepasarás la habilidad de recuperarte física y mentalmente.
Fase 2: Desilusión
Tu entusiasmo disminuye cuando no ves resultados rápidos. Dejas de ansiar las sesiones de sudor y comienzas a saltarte las rutinas.
Estrategia antihartazgo:
Establece metas pequeñas. Los retos a corto plazo que se enfocan en el proceso suelen hacerte sentir más confiada y mantenerte en el buen camino que las metas a largo plazo (por ejemplo: los kilos que quieres perder).
Fase 3: Estancamiento
El aburrimiento y la apatía arruinan tu compromiso y motivación. Usarás cualquier pretexto: el trabajo, compromisos sociales, clima, estrés, como excusa para no ejercitarte.
Estrategia antihartazgo:
Añade variedad. Usa un aparato de cardio distinto o ejercítate en otra parte del gym. Incorpora ejercicios pliométricos, circuitos con peso libre, carrera. No dejes que el cuerpo se adapte.
Fase 4: Frustración y abandono
El ejercicio queda excluido de tu lista de pendientes. Quieres tirar la toalla (siempre hay un mañana).
Estrategia antihartazgo:
Haz un horario y síguelo fielmente por cinco semanas, cuando menos. Un estudio publicado en Heart Psichology establece que este es el período que les toma a los nuevos deportistas convertir sus sesiones en un hábito. Entrenar con alguien también puede funcionarte de motivación.
Te damos los términos más comunes del gym así te sentirás como pez en el agua.