¿No sabes cómo detectar si eres una comedora emocional? Aquí te explicamos a detalle en qué consiste este concepto
¿Estás pasando por un proceso emocional inestable? Platiqué con la Psicóloga y Psicoanalista, Luciana Silvera Andrade, sobre el hambre emocional, y nos contó cómo podemos detectar a los comedores emocionales.
“Propongo que te cuestiones si cuando acompañas una emoción con alimentos, lo haces enojada, triste, eufórica y que determines bajo qué tipo de contextos y situaciones te sucede. Esto puede señalarte con bastante contundencia si estás atravesando por una inestabilidad emocional”, señala Luciana.
De acuerdo a la experta, el hambre emocional nos señala nuestros estados emocionales y carencias afectivas, así que podemos aprender a leer estos síntomas para usarlo en nuestro favor para accionar y construir en el orígen de la cuestión. Pero ¿cómo saber si eres una comedora emocional?
¿Eres una comedora emocional? Si tienes 4 de estos 5 síntomas podrías serlo
Un comedor emocional es aquella persona que ingiere excesivas cantidades de alimentos para acompañar sus emociones. Esta conducta es una forma de afrontamiento que busca refugio emocional y gratificación inmediata.
“Podemos localizar los síntomas que nos ayudan a detectar a un comedor emocional. Si llegas a tener 4 de 5 síntomas en el segmento de hambre emocional, de forma repetitiva, entonces puedes ser calificado como tal”, explica Luciana.
Hambre Emocional
- Causado por un sentimiento o emoción.
- Aparece en cualquier momento y de forma repentina.
- Existe preferencia por un tipo de comida.
- La sensación de hambre persiste después de haber comido.
- Cuando terminas de comer puedes sentir culpa.
Hambre fisiológica
- Causada por necesidad física.
- Aparece después de horas sin comer.
- Puede saciarse con cualquier alimento
- Una vez que estás satisfecho, la sensación de hambre desaparece.
- Cuando terminas de comer te sientes bien.
Tener hambre emocional ocasionalmente no te califica como comedor emocional. Para pensar en la posibilidad de serlo, los síntomas se deben presentar como una conducta repetitiva e incontrolable, que incluso puede inhabilitar tus actividades cotidianas o sociales.
