Cuando despiertas, tu organismo lleva entre 8 y 10 horas de ayuno, entonces empiezas a correr de aquí para allá entre la cama, el baño, el clóset y, le exiges toda la energía posible al cuerpo sin hacer una pausa para alimentarlo y que pueda cumplir con todo lo que le demandas, ¿te suena? Las consecuencias son mal humor, falta de energía y falta de concentración, a lo largo del día. Cuando tengas poco tiempo, opta por preparar recetas sencillas para desayunar pero con los nutrientes que necesita tu cuerpo, u otras que puedas dejar listas una noche antes para evitar las prisas mañaneras. El desayuno es la comida que te mantendrá activa durante un tiempo considerable en cada día de tu vida.