Cáncer de piel: lo que necesitas saber (sin entrar en pánico)

Hablar de cáncer puede sonar alarmante, pero estar informadas es una de las formas más poderosas de protegernos

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Cáncer de piel: lo que necesitas saber (sin entrar en pánico)

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Hablar de cáncer puede sonar alarmante, pero estar informadas es una de las formas más poderosas de protegernos. Entre los distintos tipos de cáncer de piel, el melanoma es uno de los más agresivos. Aunque no es el más común, sí puede poner en riesgo la vida si no se detecta a tiempo, ya que tiene la capacidad de hacer metástasis, además suele aparecer en zonas poco esperadas como los pies, las uñas o incluso el cuero cabelludo.

Por eso, detectar cualquier cambio en tu piel es clave. Hablamos con la dermatóloga Paola Ponce, especialista en dermato-oncología de La Roche Posay, quien nos explicó por qué es tan importante prestarle atención a nuestros lunares —, incluso a esos que llevas contigo desde la infancia— y aprender a reconocer las señales de alerta.

Según el programa Belleza & Bienestar de CANIPEC y cifras del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN), en México se diagnostican cerca de 16,000 nuevos casos de cáncer de piel cada año.

¿Qué tipos de cáncer de piel existen?

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Los más comunes son:

• Carcinoma basocelular: Es el tipo más común y menos agresivo. Aparece como un bultito perlado o una herida que no sana. Crece lentamente y rara vez se disemina, pero puede dañar el tejido alrededor si no se trata.

• Carcinoma epidermoide: Es un poco más agresivo. Suele verse como una costra, llaga o verruga que crece con el tiempo. Puede extenderse si no se detecta a tiempo, pero suele tratarse con éxito.

• Melanoma: Es el más peligroso. Se origina en los lunares o manchas nuevas que cambian de forma, color o tamaño. Puede extenderse rápidamente a otras partes del cuerpo, por eso es clave detectarlo pronto.

La Dra. Rossana Janina, expresidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología, nos recuerda que debemos estar alertas ante cualquier mancha con pigmentación irregular, lesiones que sangran, no cicatrizan, forman costras, o lunares que cambian.

¿Cómo identificar un lunar sospechoso?: Método ABCDE

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• A: Asimetría
• B: Bordes irregulares
• C: Color desigual
• D: Diámetro mayor a 6 mm
• E: Evolución (cambia de forma, tamaño o sangra)

Cualquier lunar que cumpla con estas características merece una revisión con tu dermatólogx de confianza.

¿Y con qué frecuencia debo revisarme?

La regla general es: una vez al año.

¿Vives sola? Entonces mejor hazlo cada seis meses (y sí, pedir ayuda para revisar tu espalda es una buena idea). Si notas algo raro, ¡no esperes! También existen herramientas como el mapeo corporal digital con inteligencia artificial, que ayuda a monitorear los cambios en tus lunares a lo largo del tiempo.

Protección solar: tu mejor aliada

El sol nos proporciona un gran beneficio ya que a través de sus rayos UVB activa la síntesis de vitamina D que ayuda a mantener tus huesos sanos, pero también puede ser un factor de riesgo en grandes dosis. Por eso, cuidarte no es solo una cuestión estética. Desde los seis meses de edad ya puedes usar protector solar (sí, también si estás en interiores con luz natural). Además:

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• Usa sombreros de ala ancha
• Lentes con filtro UV
• Ropa con protección solar

Y ojo con este mito: tener piel morena no te hace inmune a estas enfermedades. Aunque tengamos más melanina, seguimos corriendo los mismos riesgos.

Según la UNAM, las olas de calor en México serán cada vez más frecuentes. Así que, ya lo sabes: el bloqueador no es opcional.

¿Qué hago si noto algo raro?

Primero que nada, no entres en pánico, pero actúa. Agenda una cita con un dermatólogo certificado. Y si no tienes acceso inmediato a uno, busca un médico general que pueda tomar una muestra y enviarla a análisis. Nunca ignores una lesión que no cicatriza, una herida que no sana o un lunar que cambia.

En resumen (porque tu piel importa):

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Usa protector solar TODOS los días y reaplica cada 3-4 horas. No es solo un básico de belleza, es un salvavidas.
Utiliza protección adicional: Las camisas de manga larga, los pantalones largos, los sombreros de ala ancha y las gafas de sol son grandes aliados.
Evita el sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m..
No subestimes lo que ves en tu piel. Autoexplórate. La prevención puede salvarte la vida.
Evita camas de bronceado (sí, las artificiales también dañan).
Hidrata tu piel con cremas, sérums y bálsamos con FPS.

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