Cuando eras niña solías correr con tus amigas, y hay una buena razón por la que deberías seguir haciéndolo: en un estudio, las mujeres que entrenaban con una compañera que tuviera habilidades deportivas superiores, mejoraban sus tiempos de entrenamiento hasta en un 200%. Ejercitarte con una pareja de entrenamiento te hace sentir responsable (sabrás que se enojará si no te comprometes) y eso hará que sea más difícil que detengas la rutina antes de tiempo.