Tener más sexo te garantiza mejores resultados en tus entrenamientos. ¡Hacerlo tú solita también cuenta!
Alivio del dolor
Investigaciones muestran que la tolerancia al dolor en mujeres incrementa de manera significativa durante el orgasmo, gracias a un flujo de hormonas que actúa como analgésico natural. Los expertos resaltan que el efecto dura hasta por dos días, así que ahí hay otra ventaja: tal vez puedas esforzarte un poco más en tu próximo entrenamiento.
Juegos mentales
Las personas con vidas sexuales activas suelen entrenar más y adquirir mejores hábitos alimentarios que quienes tienen sexo con menor frecuencia, explican los expertos. ¿Por qué? Durante el sexo y el ejercicio tu cerebro libera mayores cantidades de dopamina, un neurotransmisor que incrementa la motivación. La masa cerebral aprende la manera de producir más en la cama y en el gimnasio.
Dulces sueños
Después de un orgasmo, los niveles de prolactina y oxitocina se incrementan, generando una sensación de adormilamiento que, con el paso del tiempo, mejora la calidad del sueño. Eso es crucial para tu acondicionamiento: dormir aumenta los niveles de hormonas acrecentadoras del músculo y ayuda a la recuperación (en un estudio, unas jugadoras de basquetbol que durmieron dos horas extra al día durante seis semanas, encestaron más tiros libres).
Corazón feliz
Investigaciones han encontrado que las mujeres que tienen más encuentros sexuales y orgasmos con mayor frecuencia generan una mayor resistencia a los padecimientos del corazón y también a la diabetes tipo 2.
