No tires los restos, pueden servir para algo más que beberlos. Aquí te decimos cómo puedes aprovecharlos.
Prepara cubos de hielo de vino
Sirve el vino en una charola para hielos, congélalo, y luego muélelos cuando no quieras atragantarte con una copa de vino; también los puedes usar para cocinar.
Adereza tus ensaladas
Mezcla un vino espumoso con vinagre blanco, aceite de oliva, mostaza Dijon, cebolla o cebollín picado y una pizca de azúcar. Ni siquiera te importará que la bebida haya perdido su gas.
Suaviza la carne
El vino tinto es un perfecto marinado para la carne. Mézclalo con un poco de aceite de oliva, ajo, sal, pimienta y jugo de limón al gusto y añade tus hierbas favoritas.
Enjuaga frutas y verduras
El vino tiene propiedades antibacterianas que combaten los gérmenes, según el científico de alimentos Mark Daeschel de la Universidad del Estado de Oregón.