Fortinet identificó recientemente cinco factores que están impulsando cambios en el panorama de la ciberseguridad. Cada uno de ellos dificulta cada vez más que las organizaciones protejan sus redes, datos y comunicaciones ante actores maliciosos.
1. Internet de las Cosas
Mucho se ha escrito sobre Internet de las Cosas (IoT). Las predicciones señalan un crecimiento exponencial, con estimaciones apuntando a que habrá 4,3 dispositivos conectados a Internet para cada hombre, mujer y niño en el planeta en 2020.
2. La nube
La nube está transformando como se llevan a cabo los negocios. En los próximos años, hasta el 92% de las cargas de trabajo de tecnología de la información serán procesadas por centros de datos en la nube y el 8% restante seguirá procesándose en los centros de datos tradicionales locales. Dado que los servicios en la nube están fuera del perímetro y de la vista de las soluciones de seguridad tradicionales, la falta de visibilidad y control consistente hace que la supervisión y administración sean difíciles cuando se trata de seguridad.
3. Ransomware
Además de volverse más maliciosos y descarados, los ciberdelincuentes prácticamente sin capacitación en absoluto pueden ahora tomar ventaja del ransomware-como-servicio a través de “franquicias” basadas en la nube que proporcionan sofisticadas herramientas de piratería y rescate a cambio de una inversión inicial baja o una parte de las ganancias.
Con más de 4.000 ataques de ransomware al día, infectando entre 30.000 y 50.000 dispositivos al mes, la amenaza y el impacto es real.
4. SSL
Mientras que el cifrado SSL protege una gran cantidad de datos que pasan a través de las redes corporativas, también es utilizado por los ciberdelincuentes para ocultar malware y tráfico malicioso. Inspeccionar y re-empacar el tráfico SSL requiere un uso extremadamente intensivo de recursos y puede crear enormes problemas de rendimiento y dificultades cuando las herramientas de seguridad no pueden mantenerse al día.
5. Escasez de habilidades en ciberseguridad
Mientras que las organizaciones se enfrentan a desafíos de ciberseguridad cada vez más sofisticados y en evolución, también deben afrontar una escasez mundial de profesionales especializados en seguridad.