Tener una relación de comenzar y romper con tus entrenamientos causa estragos en tu salud.
Con entrenamientos de 15 minutos puedes llevar una rutina de ejercicios sin dedicar tu vida entera al gimnasio, con lo que es más factible que continúes por el buen camino.
Conservar tu entusiasmo en el ejercicio y la dieta puede ser la parte más difícil del proceso para perder peso. Manténte firme con estos tips y no vuelvas a tirar la toalla.
Es normal intensificar tu rutina cuando tienes un gran evento en puerta (piensa en vacaciones en la playa), pero interrumpirlas una vez que llega el día puede afectar tu peso y tu salud: un patrón irregular de ejercicios podría elevar el punto fijo natural de tu cuerpo (el peso que tu sistema biológico trata de mantener) y dificultar la disminución de dicho número, comenta Ben Fletcher, especialista y psicólogo de la salud en la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra. Y una investigación demuestra que los episodios de ejercicio vigoroso seguidos de semanas de inactividad suelen incrementar los niveles de grasa e implicar un esfuerzo excesivo para tu sistema cardiovascular.
“Cuando no te ejercitas con regularidad, los estallidos de actividad intensa requieren que tu corazón y pulmones trabajen más duro de lo habitual”, advierte Drusilla Rosales, dietista registrada e investigadora en el Laboratorio de Investigación de las Enfermedades Metabólicas y el Ejercicio en la Universidad de California en Los Angeles. “Nunca tienen la oportunidad de adaptarse de manera gradual a tu régimen de ejercicio”.
“Y el daño no es solo físico también te agota emocionalmente”, observa Fletcher. Es difícil encontrar la motivación para comenzar un programa de ejercicios. Pero tu relación con el ejercicio no tiene que ser tan extremista, rectificar tu actitud y adoptar una rutina efectiva y sostenible te mantendrá en movimiento todo el año.
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