Cuando Joe Jonas y Sophie Turner anunciaron su separación, la noticia no solo causó tristeza en sus fans, también vino acompañada de polémica por la razón de su separación. Durante semanas, los titulares mostraban una relación tensa y complicada entre la expareja. Sin embargo, con el paso del tiempo, la situación ha dado un giro completamente inesperado.
Así es la relación entre Joe Jonas y Sophie Turner tras su divorcio
Hoy, a pocos meses de haber firmado su divorcio de forma oficial y tras haber llegado a un acuerdo sobre la custodia de Willa (4 años) y Delphine (2 años), Joe y Sophie están demostrando que sí es posible tener una relación sana y basada en el respeto, incluso después de una ruptura mediática.
De acuerdo con lo publicado por People, una fuente cercana a ambos reveló que están manejando la crianza compartida de sus hijas de la mejor forma posible. “Ahora hay respeto mutuo, y las chicas son su prioridad. Joe y Sophie han encontrado un ritmo sorprendentemente tranquilo, y han mantenido una relación amistosa desde dos continentes, lo cual no es fácil, pero lo han logrado”, comentó.
Aunque viven en diferentes países, han logrado crear un sistema donde las niñas siguen sintiéndose cuidadas, protegidas y rodeadas de amor por parte de ambos padres. La prioridad está clara, mantener una rutina estable para sus hijas y asegurarse de que crezcan sintiendo el cariño de mamá y papá, sin importar en qué parte del mundo estén.
La importancia del respeto tras la separación
Casos como el de Joe y Sophie, o el de Katy Perry y Orlando Bloom, nos muestran que la separación no siempre tiene que ir acompañada de conflicto. La conexión que una vez hubo en una relación romántica puede transformarse en una dinámica basada en el respeto, la comunicación y la complicidad, ahora desde un lugar más maduro y enfocado en el bienestar de los hijos.
Este tipo de acuerdos entre exparejas, especialmente cuando están bajo el escrutinio público, puede servir como ejemplo e inspiración para muchas personas que atraviesan una separación. Porque evidentemente duele terminar una relación, pero también es posible reescribirla desde un lugar sano.