M3GAN nos dejó bailando, gritando y preguntándonos si deberíamos desconectar nuestros dispositivos inteligentes para siempre. Ahora, con M3GAN 2.0, el director Gerard Johnstone regresa con una secuela aún más ambiciosa y visualmente impactante, que mezcla terror, ciencia ficción y un humor muy particular. Desde el proceso para construir a M3gan como ícono, hasta los nuevos desafíos tecnológicos y narrativos, platicamos con él sobre todo lo que hace de esta franquicia un fenómeno único.
Gerard Johnstone habla de la evolución visual y narrativa de la muñeca más viral
Cosmopolitan México: La película es divertidísima, pero de una forma muy única: tiene toques de terror, ciencia ficción y hasta humor. ¿Cómo lograste ese equilibrio sin perder la tensión en la historia?
Gerard Johnstone: Creo que cuando haces una película que mezcla tantos géneros, lo más importante es respetarlos todos. M3GAN tiene comedia, claro, pero cuando entramos en el terreno de la ciencia ficción, hicimos nuestra tarea: investigamos, nos aseguramos de que se sintiera real. Lo mismo con las escenas de acción: queríamos que Megan realmente entregara ese nivel. Yo soy un cinéfilo empedernido, así que hacer una película con tantos elementos fue simplemente muy divertido.
Cosmopolitan México: ¿Qué elementos quisiste evolucionar del primer filme a esta secuela, tanto en lo narrativo como en lo visual?
Gerard: Visualmente quería dar un gran paso. Es mi tercera película y cada vez tengo más herramientas para lograr el look que imagino. En M3GAN 2.0 elevamos la atmósfera, el color, y usamos lentes antiguos para lograr esa textura orgánica con un aire de los 80s y 90s. En cuanto a la historia, nos enfocamos en cómo ha evolucionado nuestra relación con la inteligencia artificial, que ya está en todos lados. La gran pregunta era: ¿La IA es mala o depende de cómo la entrenamos? Eso es justo lo que explora esta película.
Cosmopolitan México: M3GAN ya es una ícono. ¿Cómo fue construir su personaje esta vez, comparado con la primera película?
Gerard: En la primera película se trataba de hacerla lo más hipnótica y misteriosa posible. En esta segunda entrega, queríamos consolidarla como una heroína de acción. Así que jugamos más con su iluminación, su vestuario... es una muñeca viviente, así que teníamos libertad creativa para hacerla visualmente aún más impactante. Sus outfits, por ejemplo, son más icónicos que nunca. Nos divertimos muchísimo diseñándolos.
Cosmopolitan México: ¿Qué te interesa de explorar la relación entre tecnología y humanidad?
Gerard: Que está en todas partes. Cuando hicimos la primera entrega, se trataba del impacto del iPhone y las tablets. Ahora es la IA. Quise abrir una conversación distinta: no solo sobre el avance tecnológico, sino sobre nuestra responsabilidad como sus creadores. En cierto modo, somos como padres de esta tecnología. Ese es el tema que tratamos aquí.
Cosmopolitan México: ¿Ves a Megan (y a Amelia) como una advertencia o como una crítica?
Gerard: Definitivamente es una advertencia. Si una tecnología como Megan existiera y la metemos al ejército o la entrenamos para matar, claramente es preocupante. Pero si enseñamos a una IA a tener empatía, también puede ser buena. Todo depende de lo que le enseñamos. Ahí es donde empieza el verdadero debate.
Cosmopolitan México: Por último, ¿cuál fue uno de los mayores retos que enfrentaste al dirigir esta secuela?
Gerard: Todo es más grande: más escenas, más locaciones, más ambición... aunque el presupuesto solo subió un poco (ríe). Pero hicimos todo lo posible por llevar la película al siguiente nivel, y espero que el público lo note. Fue una experiencia enorme y también muy emocionante.