Shakira planeaba vivir en esta mansión junto a sus hijos después de la separación de Piqué, sin embargo, una apestosa razón los obligó a mudarse a Fisher Island
Hace dos años la noticia de la separación definitiva de Shakira y Piqué le daba la vuelta al mundo, la familia Topo Gigio como se autonombraban quedó solamente en el recuerdo debido a una fuerte traición del futbolista para con la exitosa cantante colombiana.
Tras enterarse de la noticia por una supuesta mermelada, Shakira decidió empacar sus cosas y las de sus hijos, Shasa y Milán y tomó su jet privado con rumbo a Miami, lugar en el que vivía antes de enamorarse de Gerard Piqué.
El lugar a donde pretendía vivir la familia Piqué Mebarak tras su llegada de Barcelona es una lujosa mansión con una extensión de 750 metros cuadrados. Consta de siete habitaciones y siete baños, lo que proporciona un espacio amplio para el confort y permite la posibilidad de recibir varias visitas a la vez.
La residencia también incluye una impresionante piscina al aire libre y un gimnasio privado, elementos que reflejan el estilo de vida que lleva a diario la famosa cantante colombiana.
Fue adquirida por Shakira en 2001 y mantiene una estética impecablemente minimalista, totalmente decorada en tonos blancos que hacen del espacio un armonioso hogar luminoso y acogedor, sin embargo, hay un detalle que obligó a la celebridad a mudarse a Fisher Island: el horrible olor a caca que desprenden los baños de la residencia.
Después de dos años de intentar vender la mansión por este motivo, al fin Shakira logró obtener 17 millones de dólares por la propiedad por la que originalmente pagó 3 millones de dólares y se rumora que Marc Anthony tuvo una fuerte participación en la maniobra financiera ya que el nuevo dueño de ‘la Mansión de la caca’ también es una celebridad de Hollywood, amigo del cantante.