En pantalla, Bárbara López y Natasha Dupeyrón interpretarán a antagonistas en su próximo proyecto, Hilos del pasado, telenovela que estrenará en septiembre en ViX y en octubre por las estrellas; pero fuera de ella tienen una relación de amistad y muchas cosas en común y, entre una intensa agenda de filmación, encuentran momentos para desconectarse y lograr más balance que nunca en sus vidas personales y de trabajo.
¿Qué las hizo querer ser parte de este proyecto? ¿Recuerdan haber visto la novela original?
Bárbara: A mí me llegó el proyecto sin saber que se trataba de El Privilegio de Amar. Fueron muchos factores que me llamaron la atención, desde volver a trabajar con José Alberto Castro, que es un productor con el que ya había trabajado y me gusta mucho su forma de trabajar y sus proyectos y, por otro lado, es una historia icónica. No me tocó verla, pero sé que es un proyecto icónico y eso influyó mucho en mi decisión. Y, por supuesto, el cast y cuando llegó Nat fue la cereza del pastel.
Natasha: Fui casi de las últimas en entrar al proyecto. Me llamaron para hacer la audición y yo si había visto algo de la novela, me acuerdo poco, pero desde que me dijeron que era para la villana, me acordé de lo intenso que es este personaje y del trabajo que hizo Cynthia Klitbo y si me dio miedo y dije que no a la primera audición. En ese momento todavía no era oficial que Bárbara iba a participar y como al mes me volvieron a buscar y el saber que ella iba a ser la protagonista me animó mucho en querer hacer el casting.
¿Sienten más presión de reinterpretar una historia que ya es conocida y querida por el público?
B: Siempre hay mucha presión, el público es muy exigente y me parece muy bien. Por otro lado, nuestra profesión se trata de eso: del riesgo, la emoción, la exigencia y creo que a estas alturas de mi carrera he aprendido a no tenerle miedo a estas cuestiones sino, al contrario, que me emocione esta presión.
N: También creo que el público siempre está dividido, están quienes quieren volver a ver la historia y sorprenderse con los nuevos personajes y actores y también está el morbo de “a ver qué hicieron”, así que creo que la gente la va a disfrutar mucho.
¿Cómo se prepararon y han hecho suyos estos personajes? ¿Tomaron inspiración de la original? Y en tu caso, Natasha, creo que los villanos de las novelas siempre son muy icónicos, ¿cómo lo abordaste?
B: En mi caso, como siempre he preparado mis personajes: leerlo, conocerlo, empaparme de la historia. Por otra parte, para mí es muy importante hacer mi propia versión porque, como dice Nat, hay gente que está comparando mucho tu trabajo con lo que se hizo anteriormente y eso es imposible, por el simple hecho de ser otra persona no puedes hacerlo similar. Para mí es muy importante hacer un personaje auténtico, diferente, con mi ADN y disfrutarlo y ponerle mucho amor.
N: Entré muy rápido a la novela, ya estaban grabando cuando entré, entonces siento que he abordado este personaje muy diferente a como lo he hecho anteriormente. En otros proyectos me tomo un poco más de tiempo y siento que aquí todo fue muy rápido, así que he aprovechado mucho a mis dos directores para que me ayuden a montar este personaje. Leo mis escenas y las estudio, pero llego al set dispuesta a que me dirijan y hago todo lo que me pida el director y, eso también me ha ayudado mucho a entender este personaje. Vi un poco de lo que hizo Cynthia (Klitbo) porque hay mucha presión, en general, que está padre y me emociona, pero al mismo tiempo, como dice Bárbara, es imposible hacer lo que hizo ella, pero sí quería respetar a esta villana que es tan icónica y la gente la esta esperando otra vez. Está consumiéndome todo este personaje, la verdad. No es queja, pero estoy agotada y ha sido muy interesante regresar a las novelas con un personaje así.
Justamente hablando de la agenda tan ocupada de grabación, las escuché comentar que grabarán fuera de México y tienen muchísimos llamados, ¿cómo encuentran el balance entre el trabajo y su vida personal?
B: No hay (risas). No sé cómo le estoy haciendo, pero siento que estoy teniendo más balance ahora que cuando no estoy trabajando. El hecho de estar trabajando y estar motivada me da ganas de disfrutar mi vida personal, entonces en cuanto tengo un rato veo a mis amigos y mi familia, busco un ratito y cómo lo puedo aprovechar.
N: De hecho, estamos saliendo bastante, a cenar, por un drink. Siento que también es importante salir de la rutina. Hacer novela es bastante intenso, estás muchas horas ahí adentro, las escenas son muy parecidas y estás en el mismo mood todo el día, entonces creo que es importante salir y despejarte. A veces pedimos comida al set, tratamos de hacerlo menos denso. Estoy meditando, escribiendo y tratando de hacer ejercicio porque es un personaje bastante intenso, la verdad (risas) y no me lo quiero llevar a mi casa. El otro día me preguntaban “¿Qué te gusta de Tamara?” y dije: “Nada”, entonces sí, meditar mucho.
¿Es más difícil interpretar un personaje con el que no te identificas?
N: Como personaje me gusta mucho y estoy experimentando mucho. Creo que nunca había hecho una villana así. Lo que está siendo difícil es justo soltarla.
Sin dar mucho spoiler, ¿qué podemos ver diferente de la versión de los 90s? ¿Viene con una mirada más fresca?
B: Sí. Como decía, no vi la otra versión porque me gusta no influenciarme ni hacer comparaciones ni sentir esa presión, pero definitivamente es una versión que está fresca, que se habla de cosas actuales en todos los sentidos.
N: También son 60 capítulos, la anterior eran más de 300. Hay personajes nuevos, otros que no están. Han pasado más de 20 años, en realidad es la misma base pero hay cambios.
¿Cómo ha sido para ustedes trabajar juntas?
B: Me gustaría tener más escenas juntas. Hasta donde hemos grabado ahora, creo que todavía no empiezan nuestras escenas.
N: Exacto, no han empezado todavía, nos odiamos a distancia (risas). Nos conocimos en Señorita 89, donde yo también era la villana y Bárbara la protagonista y la pasamos muy bien, conectamos muy chido. Y ahora, cuando le escribí a Bárbara para contar que tenía audición nos emocionamos mucho de poder volver a coincidir en el trabajo.
B: Siento que es una versión un poco parecida de Señorita 89.
N: Un poco más intensa (risas), pero sí.
B: Tener la oportunidad de hacer esos personajes y darles una continuación de alguna forma es divertido y da gusto trabajar con gente con quien tienes la confianza de explorar.
¿Les gustaría en algún punto invertir y trabajar en algún proyecto donde Bárbara sea la villana y Nat la protagonista?
N: Estaría padrísimo. La verdad sí, ¿no?
B: Yo ya no quiero ser villana por un rato (risas), necesito un descanso. Pero sí, obvio. Supongo que siempre es muy divertido hacer villanos.
N: O que seamos amigas, estaría padre eso porque nunca nos ha tocado y aparte nos llevamos muy bien.
B: Sí, creo que ese sería el siguiente paso.
¿Es difícil pasar de ser amigas para actuar como que se odian?
B: Nos reímos.
N: Es difícil justo porque nos reímos, pero también lo disfrutamos y está padre que hay la confianza.
B: De “sí, odiáme” porque yo sé que me quieres (risas).
¿Qué es lo que más admiran una de la otra?
B: Obviamente, siempre he admirado a Nat como actriz. Sigo su trabajo desde que salía en la tele cuando era chiquita y significó mucho trabajar con ella. La he visto trabajar en la novela y me sorprende mucho lo que está haciendo con su trabajo de villana, está súper interesante y muy gracioso al mismo tiempo. Y como amiga, darme cuenta de que somos buenas amigas y compañeras me da muchísimo gusto.
N: Bárbara es una gran persona. Trabajamos en un medio muy complejo, con mucho ego, donde hay competencia, aunque no la quieras, mucha comparación y siento que Bárbara hace el lugar seguro. Su vibra, la forma en la que habla, se expresa y trabaja me hace sentir segura. Una de las cosas que me dijo cuando empezamos y tenía mucho miedo fue: “Estás segura, yo te voy a cuidar” y eso se agradece mucho porque además de ser buena actriz, como persona es lo que más admiro de ella.
Hablando de eso, ¿cómo ha sido su experiencia trabajando con mujeres durante sus carreras?
B: He tenido muy buenas experiencias, a lo mejor alguna que no fue lo máximo, pero en general he tenido muy buenas experiencias con mis compañeras y me siento muy feliz de poder decir que cada vez que he compartido escena con una mujer, hemos creado cosas muy bonitas porque hay mucho compañerismo y sororidad.
N: A mí, si me ha tocado de todo, la verdad. Pero también creo que ha cambiado mucho a positivo, hoy se disfruta más que antes. También siento que hay menos machismo entre nosotras y justo esto, que una compañera te diga que te va a cuidar es increíble y he tenido más experiencias buenas que malas.
Las dos empezaron sus carreras chicas, si pudieran regresar con su “yo” de 15 años, ¿qué se dirían?
B: ¡Ay, muchísimas cosas! (risas)
N: Yo perdí el piso muy rápido. Empecé a trabajar y vivía como en una pequeña burbuja y me gustaría regresar y decirme que hay cosas más lindas afuera y bajar la revolución un poquito.
B: Dentro de las muchas cosas, creo que una sería enseñarme a cuidarme y protegerme más, en el sentido de no escuchar lo que te dicen los demás porque la verdad es que hay mucha gente que te quiere hacer daño. Entonces confiar en el amor que te tienes a ti misma, cuidarte, creer en ti, disfrutarte tal y como eres, no compararte, sentirte segura de ti misma y quererte.
¿Qué mujer ha sido para ustedes un referente dentro de la industria?
N: Crecí con Yadhira Carrillo, tenía 9 años cuando trabajé con ella y estar con ella hoy es importante en lo personal. Siento que muchas cosas que sé hoy son gracias a ella. El otro día, la escuché llegar y decir “Sí, señor” y yo le digo así a mi director e hice como un click de que se lo aprendí a ella. También diría Verónica Castro, nos volvimos muy amigas y le escribo no diario, pero casi (risas) diciéndole mis miedos y mis cosas y también ha sido una figura importante en la parte más personal en mi trabajo que de técnica.
B: No necesariamente actriz, pero mi manager Rubelia es una persona que admiro muchísimo y en estos últimos años me ha enseñado mucho. Es una mujer muy fuerte de la industria y alguien que admiro.
Fuera del proyecto y sus carreras, ¿qué tienen en común entre ustedes?
B: Creo que mucho, entre gustos, lo que nos gusta hacer, escuchar, cómo nos gusta vestirnos. Me siento muy identificada con Nat, tenemos la misma edad, las mismas aspiraciones. Hay muchísimas cosas que nos unen.
N: También la parte de energía. No sé si tú lo sientes, pero como que somos muy estables, pero si nos juntamos nos podemos morir de risa o estar en silencio y estar rico. Siento que vibramos en la misma frecuencia.
B: Sí, creo lo mismo.
¿Qué viene para ustedes en el futuro próximo?
N: Con esto es suficiente (risas). Todavía nos queda un rato de estar grabando, pero espero que esto abra puertas para seguir trabajando juntas, que cada quien siga creciendo y con lo que quiere lograr. Siento que Los Hilos del Pasado va a abrir puertas hacia eso. Estoy abierta al universo, no estoy planeando tanto a futuro.
B: Yo también. He aprendido que hay que disfrutar el presente porque esta carrera es de eso, nunca sabes cuándo va a llegar algo nuevo o vas a tener que esperar.
N: Queremos irnos de vacaciones.
¿Cuál es una meta que les gustaría lograr en sus carreras?
N: Quiero hacer mis proyectos. Entre que escribo y me animo, me gustaría poder sacar mi proyecto.
B: He entendido que en esta carrera no puedes esperar a que llegue lo que quieres y hay ciertas cosas que tú tienes que crear. Así que espero en un futuro poder crear ese proyecto y ese personaje que tanto me hubiera gustado hacer y que está en mis manos. No esperar a que alguien me lo de, sino yo poder crear esa realidad y poder concretarla en algún momento.
N: También me gustaría trabajar fuera de México. No lo he hecho y como actriz me encantaría trabajar en Argentina, por ejemplo.