Hoy en día, el cómo se vive la sexualidad ha cambiado mucho y en las nuevas generaciones se ha popularizado el ver la intimidad como algo más espiritual y con gran peso emocional que solo como algo físico. Es por eso que no es de sorprender que se popularicen prácticas como la meditación sexual.
Meditación sexual: la práctica de autoconexión que muchas están descubriendo
Por extraño que parezca, no es solo una moda pasajera ni una práctica exclusiva para quienes llevan años explorando su espiritualidad. Es como se prioriza el estar presente en cada momento durante la intimidad sin prisas.
Esta práctica se enfoca en combinar el mindfulness con la experiencia íntima, tanto a solas como en pareja. El enfoque no está en “llegar al orgasmo”, sino en sentir cada caricia, respiración y emoción sin juzgar ni correr. Suena simple, pero puede transformar por completo la manera en que vives tu sexualidad.
Ahora bien, es fácil pensar que es lo mismo que el sexo tantrico, pero aunque pueden parecerse, no son lo mismo. El tantra es una tradición ancestral que abarca rituales espirituales y filosóficos, donde el sexo se considera un camino hacia lo divino. La meditación sexual, por otro lado, puede ser totalmente laica y está pensada para quienes simplemente quieren reconectar con su cuerpo y su deseo de una forma consciente.