Entérate de cómo una buena carcajada es capaz de alterar temporalmente tu biología y darte bienestar.
Cerebro
Cuando escuchas algo que te hace reír, tu cerebro activa los centros de pensamiento superior, función muscular y emoción. La conclusión: ¡qué risa! Los músculos alrededor de los ojos y mejillas se contraen espontáneamente.
Tu cerebro envía una señal al tallo cerebral, el más importante centro de control de las funciones pulmonares como la risa y la respiración.
Pulmones
Los músculos del diafragma y pecho se contraen forzando la expulsión de aire de tus pulmones. Ese aire corre por la tráquea y pasa por la laringe. Tus cuerdas vocales vibran y emiten sonidos no controlados como ?ja-ja? o ?jo-jo?.
Ojos
Si lo que te hizo reír es muy gracioso, tus ojos empiezan a humedecerse.
Corazón
La salida repentina de aire de tus pulmones crea una demanda urgente de oxígeno. El ritmo cardiaco y la presión sanguínea se aceleran para ayudarte a llevar más sangre a tus órganos.
Músculos
Al tensarse los músculos faciales y abdominales, el resto de tu musculatura se debilita o pierde coordinación. Por lo tanto,puede parecerte imposible caminar derecha cuando estás carcajeando. Aunado a ello, tus oblicuos están ayudando a expeler aire. Puede ser que elimines unas cuantas calorías extra.
Hormonas
Una risa muy fuerte favorece la liberación de endorfinas, esos opioides naturales que suelen producirse durante el ejercicio. Tu umbral de dolor también se intensifica,al menos temporalmente.
Emociones
Es cierto: la risa es contagiosa. Algunos científicos especulan que este hecho surgió en épocas tempranas a manera de mecanismo para establecer lazos. Si tienen razón, compartir una carcajada con otra persona contribuye a una conexión emocional.
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