Un masaje no sólo se siente bien, sino que te hace bien. Para tener cabello más fuerte y piel radiante, toma el asunto en tus manos.
Cara
Por qué ayuda: Una presión estable y rítmica hace que la sangre llene por completo el tejido cutáneo, dejando el rostro nutrido y con brillo. Si te das un masaje en dirección hacia arriba, también puedes prevenir la aparición de arrugas y evitar que la piel se cuelgue.
Qué frecuencia se recomienda: Todos los días, a menos que tengas piel sensible o algún padecimiento como rosácea, que se puede agravar si te tallas mucho.
Hazlo tú misma: Coloca las palmas de tus manos de manera horizontal y viendo hacia adentro. Con movimientos en dirección hacia arriba y con una mano moviéndose rápidamente después de la otra, masajea tus cachetes y cuello, de izquierda a derecha. Luego, con tus dedos de en medio, aplica presión a la parte interior de tus ojos y recorre las cuencas tres veces. Posteriormente, utiliza el dedo de en medio para dibujar pequeñas formas de corazón de la parte izquierda a la derecha de tu frente. Termina aplicando una suave y constante presión en las sienes con tus dedos medio y anular.
Cabeza y cuero cabelludo
Por qué ayuda: La salud y vitalidad de tu cuero cabelludo es la base del crecimiento y la salud de tu pelo. Dar un masaje a tu cuero cabelludo ayuda a disparar el flujo sanguíneo, lo cual puede reducir la formación de caspa.
Qué frecuencia se recomienda: Unos cuantos minutos de masaje al día relaja y revitaliza tu cabeza.
Hazlo tú misma: Con el uso de todos tus dedos, empieza a la altura de tus sienes y da un masaje suave pero firme a tu cabeza en forma circular. No talles ni frotes el cabello; el proceso debe ser prácticamente insonoro para así minimizar el daño. Continúa el trabajo hacia arriba hasta llegar a la línea de crecimiento del cabello y luego sigue hacia atrás, hacia la corona para terminar en la nuca. Repítelo tres veces durante cinco minutos.
Sigue estos tips y ¡libérate del estrés toda la semana!