1. Tu intuición se afina
Antes dudabas de todo. Ahora escuchas tu voz interna y, curiosamente, aciertas más. Tu energía se limpió y tu intuición se encendió.
2. Te alejas sola de personas que ya no vibran contigo
No hay drama, no hay pelea. Simplemente… ya no encaja. Tu alma avanza y tus relaciones se reacomodan.
3. Te sientes más ligera, incluso sin saber por qué
Tu cuerpo lo sabe antes que tu mente: algo bueno viene. Esa ligereza es señal de crecimiento interior.
4. Empiezas a elegir desde el amor propio, no desde la carencia
Ya no necesitas convencer, rogar o demostrar. Ahora eliges lo que te hace bien, no lo que te duele menos.
5. Tu paz se volvió más importante que cualquier impulso
Prefieres silencio a caos, claridad a confusión y verdad a migajas. Eso es evolución emocional.
6. Tus sueños vuelven a moverse
Lo que estaba estancado ahora fluye: ideas, motivación, creatividad. Tu vibra subió… y tu vida se alinea.