¿Tuviste un día muy estresante? Estos sencillos pasos te ayudarán a relajar la tensión del cuello.
Después de un día agitado, consiente tu cuello con un tibio collarín acojinado o una almohadilla perfumada para combatir la tensión y el malestar que se acumula en cuello y hombros. El calor también favorece una mayor movilidad de tu cuello.
Almohadilla caliente
Compra una almohadilla acojinada que puedas calentar, que se moldee bien al contorno de tu cuello y que esté rellena de arroz y hierbas aromáticas. El peso del arroz hará una presión sutil en los músculos del cuello y te ayudará a destensar y relajarlos. El calor disminuirá el dolor.
Aceites esenciales
Para intensificar el efecto relajante, salpica unas gotas de aceite esencial sobre la almohadilla.
El jazmín armoniza con la lavanda y la manzanilla complementa el romero.
La bergamota es un aroma especialmente tranquilizante y reconfortante.
Relájate
Localiza un lugar tranquilo, donde puedas sentarte y reclinarte. Calienta la almohadilla y colócala detrás de tu cuello, sobre tus hombros. Relájate durante unos 10 minutos o hasta que la almohada se enfríe y la tensión haya disminuido.
También puedes preparar un baño con aceites esenciales y relajarte por completo.