Prepara esta receta y obtén los beneficios de la comida fermentada.
Un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food encontró que quienes consumieron diariamente por una semana este platillo de col fermentada, presentaron una disminución del colesterol LDL y niveles de glucosa en sangre más estables (esto reduce los antojos de dulce y mantiene alta la sensibilidad a la insulina).
Ingredientes:
2 coles frescas (morada o blanca), de preferencia orgánicas (pésalas)
15 g de sal de mar (1 cucharada sopera) por cada kilo de col
Pimienta gorda (opcional)
Bayas de enebro (opcional)
2 rajitas de chile manzano (opcional)
Acompaña con salchichas de pavo y baguet, como para hacer tapas.
Preparación
1/ Limpia la col y deshazte de las hojas externas. Córtala en cuatro y retira el corazón, luego pártela en juliana y colócala en un tazón grande mientras le espolvoreas sal.
2/ Masajea la mezcla con la mano para que vaya extrayendo los jugos.
3/ Rellena el frasco esterilizado hasta el principio del cuello, apretando la col con la mano para que quede comprimida.
4/ Incorpora todo el jugo que quepa en el frasco, asegurándote de que esté totalmente cubierto. Ciérralo y colócalo en la penumbra fresca (a unos 18-20 °C) dejándolo que fermente de cuatro a seis semanas. Cuando ya tenga su aroma característico (agrio, pero agradable, similar a las rajas de chile), guárdalo en el refrigerador.
