Sigue estas sencillas técnicas para bajarte de la montaña rusa de una vez por todas.
En la Universidad: Casi una cuarta parte de los universitarios primerizos suben 5% de su peso corporal durante el primer semestre. Con los snacks a mitad de la noche y las cafeterías que están abiertas todo el día, es posible que el incremento continúe. ¿Qué hacer? No uses la charola en la cafetería. Si cargas cada platillo de manera individual es más probable que reflexiones sobre tus elecciones alimentarías.
Cuando estás enamorada: Los estudios nos dicen, de manera repetida, que vivir con un hombre o casarte con él puede tener algún efecto en tu cintura. A menudo, las mujeres ajustan sus hábitos alimenticios para estar al par de los de él. ¿Qué hacer? Recuerda que él necesita y quema muchas más calorías que tú, así no intentes ir a la par en cada comida. Asimismo puedes organizar citas que involucren algo más que ir a cenar; acuerden ir al gimnasio en pareja.
En tus treintas: La mayoría de las mujeres comienza a perder, de forma natural, mas muscular a esta edad, y su metabolismo se aletarga. Además incluso si comen las mismas porciones que siempre, no queman tantas calorías y la aguja de la báscula empieza a subir. ¿Qué hacer? Haz pesas. Es posible que no puedas evitar la pérdida de masa muscular, pero puedes disminuir la rapidez del proceso. Programar dos o tres sesiones de fortalecimiento a la semana, de 20 a 30 minutos cada una, ayudará a que tu metabolismo se mantenga activo.
