Te decimos por qué tus articulaciones pueden desgastarse prematuramente y te damos estrategias para evitar el dolor.
MES UNO: una vez que se dañó el cartílago las células de la rodilla se inflaman.
MESES DOS A SEIS: sin el tratamiento adecuado, la inflamación se extiende y el cartílago que rodea el lugar de la lesión empieza a deshacerse.
AÑO UNO: el daño se extiende al cartílago cercano, como si fueran ondas en un lago.
AÑO DOS: puede ser que aún no sientas dolor, pero las proteínas inmunológicas han comenzado a deshacer la fuerte retícula que sostiene tu rodilla. Una tomografía puede detectar los primeros cambios en el cartílago y hueso, un proceso llamado pre osteoartritis.
AÑO CUATRO: ya se desgastó tanto el cartílago que los huesos y los nervios empiezan a tallarse entre sí, y tu rodilla empieza a doler. El suave lineamiento que rodea la articulación está inflamado. Es posible que las inyecciones de cortisona y ácido hialurónico alivien el dolor y también la inflamación.
AÑOS CINCO A 10: el cartílago ya no puede cumplir su función de absorber el impacto, así que los huesos rozan entre sí provocando la aparición de espolones, los cuales dañan las articulaciones. Lo que empezó hace años como un pequeño daño en el cartílago se ha convertido en osteoartritis, conocida por los médicos como enfermedad articular de última etapa. Tu única opción es una reposición de articulación.
Nota relacionada con: Evita lesiones en las rodillas
