¡No salgas de casa sin tu botella de agua!

¡No salgas de casa sin tu botella de agua!

Te damos 6 maravillosas razones para tomar dos litros de agua al día y verte espectacular

1. Previene infecciones y enfermedades: Al mantener una buena hidratación, mantienes tus riñones limpios y evitas infecciones renales. El consumo de agua te ayuda a evitar desde las molestas migrañas, hasta alergias o enfermedades intestinales.

2. Regulas tu temperatura: El agua también ayuda a que tu cuerpo mantenga una temperatura adecuada que le permita realizar sus actividades diarias. Cuando no tienes un consumo regular de dicho liquido, tu cuerpo se calienta y se presentan malestares como dolores intensos de cabeza.

3. Controla tu peso: No es el agua por sí misma lo que te hace bajar de peso, sino que cuando sustituyes refrescos o cualquier otra bebida con azúcar, con un consumo de agua natural, entonces, sí disminuyes drásticamente tu ingesta calórica diaria y es así como lograrás ver resultados en tu peso. Por supuesto, combinado con una alimentación balanceada. Además te olvidarás del estreñimiento, uno de los peores enemigos femeninos.

4. Mejora tu circulación: Para estar bella por fuera, debes sentirte sana por dentro, y el agua ayuda a que la sangre circule mejor por todo tu cuerpo. Por si fuera poco, ayudas a evitar las deshidratación que envejece tus células.

5. Te ayuda a tener una piel y pelo increíbles: Algo tan cotidiano como el agua te hará lucir más espectacular frente al espejo. Este aliado transporta a las vitaminas hidrosolubles y las mantiene dentro de las células de la piel y el pelo para ser procesadas. No olvides que una piel hidratada se arruga menos y que el agua representa aproximadamente un cuarto del peso del cabello; cuando el pelo no tiene suficiente agua, se vuelve quebradizo y seco.

6. Drena tu cuerpo: Una de las funciones más importantes del agua en nuestro cuerpo es ayudar a transportar y decretar toxinas. El agua mantiene un balance correcto de los fluidos del cuerpo para que las toxinas puedan pasar por tus riñones, después que sean procesadas y por último, excretadas.